El arte urbano atraca de nuevo en Ondarroa

El museo al aire libre de Ondarroa ha ampliado su colección de arte urbano dos nuevos murales de gran formato tras las intervenciones realizada por los artistas CBloxx, de Yorkshire, (Norte de Inglaterra) y el gaditano Manolo Mesa.

Las creaciones, recién finalizadas, se suman así a las piezas mundialmente conocidas –tras situarse en el 'top ten' del prestigioso certamen internacional Strett Art Cities– de 'Las rederas', de Murales Lian, 'Las entrañas de la memoria', de Matías Mata y 'Gabriel', creado por Djoels.

Para transformar artísticamente las fachadas del popular barrio de Kamiñazpi con espectaculares dibujos al alcance de la vista de toda la población, tanto CBloxx como Mesa han participado en una residencia artística en el municipio durante dos semanas. En la primera, se han empapado de la historia, cultura, costumbres e idiosincrasia de los ondarreses.

«Han tomado parte en más de una treintena de actividades; desde salir en barco y realizar un recorrido histórico hasta degustar chipirones en su tinta en una sociedad gastronómica», ha detallado la responsable del programa, Naiara Pérez. En la segunda, han cogido sus plantillas, pinturas, sprays y disolventes para crear murales con mensaje.

En el caso del inglés autodidacta y vanguardista Joy Gilleard que se esconde detrás de la firma CBloxx ha recreado la esencia arrantzale de la villa y sus habitantes. Titulada 'Boga boga', en clara alusión a la popular canción marinera, ha resaltado el marcado carácter de los ondarreses esculpido por la mar y la dureza de la actividad pesquera.

También destacan las figuras de la ballena, presente en el escudo local, un banco de pescado, además de una trainera y las coordenadas en las que se ubica el municipio jalonado por la figura de la roca Eskilantxarri, de la playa Saturraran. «Se ha implicado muchísimo en el proyecto y en conocernos, ha quedado encantado y ha regresado a Manchester donde reside con muchísima pena», han añadido las mismas fuentes.

A escasa distancia, sin necesidad de abandonar el barrio obrero construido en los años 60 para dar cobijo a los marineros que acudían atraídos por el floreciente puerto pesquero, se encuentra la vasija de Antonio Mesa, que considera que «los objetos cerámicos son indispensables para entender nuestro presente, las costumbres y las tradiciones populares de los pueblos», señala.

Inspirado en una pieza que se localizó a orillas del Cantábrico, muy cerca de Ondarroa, el creador andaluz «persigue crear un juego simbólico para visibilizar el trabajo silencioso de la mujer en casa mientras los maridos, los arrantzales, salían a faenar», han detallado las mismas fuentes. «Detrás de cada vasija hay una historia sociológica entorno a sus costumbres», ha indicado el gaditano que aún no ha decidido como renombrar el mural.

Entretanto, los vecinos están encantados y tras superar las reticencias iniciales, el número de comunidades que han ofrecido su fachada para que puedan usarse como lienzos ha desbordado incluso las previsiones del Ayuntamiento que, por su parte, ha anunciado su intención de aumentar la colección del museo con dos nuevas piezas el año que viene.

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