La anchoa se hace de rogar

«Hemos empezado a trompicones, con piezas de pequeño tamaño y con escasas cantidades por cada barco», han señalado desde el 'Tonino' que llegó al muelle ondarrés a primera hora con cerca de 350 cajas llenas de bocarte en las bodegas.

Algunas embarcaciones como el 'Agino' también aprovecharon para comercializar sardina que se vendió a 1,60 euros. «El mal tiempo, el viento y la lluvia, con mucha mar de fondo hace que el pescado se vaya para fuera, habrá que tener mucha paciencia», indican.

La cotización de la anchoa, una de las especies más rentables para el sector, alcanzó un precio medio en lonja de 2,4 euros el kilo, una cifra escasa para los pescadores y 'suficiente' para los comercializadores que a principios de semana llegaron a pagar hasta 8,30 euros. «Ese precio fue algo irreal, que denota que no hay anchoa y que es producto de temporada», reconocieron en la subasta ondarresa.

Para el sector, el objetivo es superar la media de 1,61 euros al que se vendió la pasada costera. «Para ello es necesario poder gestionar de forma autónoma la cuota de Euskadi al margen del resto de las flotas del Cantábrico», recalcan desde las cofradías de Bizkaia y Gipuzkoa.

En las pescaderías más cercanas a los puertos, los consumidores agotaron las primera partidas. El precio se situó en torno a los 5,80 euros. «Se ha acabado, es tiempo de anchoa, fresca y muy buena y los clientes nos los han quitado de las manos», reconoció Saioa Ugalde, desde Portuko Peskadeixi de Ondarroa. «Tiene mucho tirón, pero la de aquí, la del Cantábrico», recalcó.

Para la primera gran cita de pesca en el Cantábrico, la flota cuenta con una cuota récord de 31.615 toneladas, de la que el 85% se podrá apresar durante el primer semestre del año. «Aún es pronto para adelantar conclusiones ya que confiamos en que en unos días empiece a entrar un mayor número de capturas y de mejor tamaño», ha indicado el presidente de la Cofradías de Ondarroa, Eusebio Arantzamendi.

«De momento, la flota ha faenado desde Bermeo hacia el este, pero si no mejora el tamaño, se verán obligados a desplazarse hacia el oeste, hacia Cantabria», adelanta. De hecho, los principales apresamientos se producen a mediados de abril «aunque estos primeros coletazos sirven para calentar motores y para que las lonjas de bajura cobren vida tras meses de 'escasa' actividad», añade.

La flota vasca, formada por medio centenar de unidades con base en Ondarroa, Bermeo, Leketio, Santurtzi y Zierbana, además de los guipuzcoanos, confía en superar las 10.734 toneladas que sumaron la pasada primavera, avalados por el buen estado de la población certificada desde Azti.

De manera paralela al inicio de la campaña, inspectores de la UE vigilan la pesca con un dron desde un patrullero español. Aunque no ha trascendido las zonas que inspeccionará, su actividad se prolongará alrededor de quince días, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.