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MIRARI ARTIME
Martes, 16 de mayo 2017, 23:41
El sector atunero congelador ha revisado el código de buenas prácticas para, entre otros propósitos, favorecer la liberación de tiburones, tortugas y otras especies que quedan atrapadas en las redes de cerco con las que operan. «La actualización del acuerdo tiene como objetivo ejercitar una pesca responsable que minimice el impacto sobre el ecosistema marino y se pueda gestionar de una manera sostenible», señalaron desde el centro tecnológico Azti que ha colaborado en su concreción.
Firmado inicialmente en 2012 y revisado en 2015, el reglamento ha sido impulsado por la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac-Agac) y la asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros Congeladores (ANABAC-OPTUC), que cuenta en su seno con nueve empresas radicadas en Bermeo. En la actualidad se adscriben a la asociación un total de 28 buques, cuya actividad se desarrolla en las aguas tropicales de los océanos Atlántico por la zona del Golfo de Guinea e Índico desde la costa oriental africana hasta las islas Chagos.
Entre las buenas prácticas que deberán cumplir destaca la puesta en marcha de protocolos de manejo y actuación para liberar a las especies asociadas que quedan enmalladas con miras a incrementar así los índices de supervivencia. Además, estarán obligados a tener a bordo material que facilite esas maniobras. En el caso de las tortugas marinas, las tripulaciones deben intentar, «por todos los medios», liberar todas y cada una de las que quedan enganchadas en las redes al cerrar el cerco.
«De esa manera, la mortalidad de esos animales por parte de la flota bermeana será prácticamente nula», indicaron. Por lo que respecta a los tiburones ballena o pintos, las prácticas de pesca intencionadas están prácticamente prohibidas. Sin embargo, «estos animales pueden ser cercados por la red de forma no intencionada, puesto que muchas veces nadan lejos de la superficie», indicaron.
Maniobra complicada
A pesar de la dificultad que representa la maniobra de liberación «la tripulación tomará todas las medidas posibles para evitar el daño sobre estos animales y llevará a cabo su liberación siguiendo el protocolo aprobado», añadieron desde Azti. La incidencia de las mantas y rayas en los lances con objetos es muy baja. No obstante, «en caso de que aparezcan se les sacará fuera del cerco empleando el salabardo con el que se embarca la captura, aunque se pierda cierta cantidad de pesca», detallaron.
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