Un grupo de personas mayores cruza la plaza del pequeño enclave de Bolibar. Maika Salguero

Unas 10.000 personas de la zona carecen de sucursales y cajeros en sus pueblos

La ausencia incide de manera especial en los mayores, que se ven obligados a desplazarse para disponer de dinero en efectivo

Mirari artime

Miércoles, 20 de octubre 2021, 22:53

Alrededor de 10.000 habitantes de Lea Artibai y Busturialdea no tiene ni sucursal financiera ni cajero en los pueblos en los que residen, según los últimos informes del Banco de España. El progresivo recorte de la oficinas unido a la apuesta por la banca ... online obligan a cientos de ciudadanos de la costa a tener que desplazarse una media de cinco kilómetros para gestionar sus finanzas de forma presencial.

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En todos los casos son las localidades con menor número de población. En la amplia lista figuran entre otros desde Amoroto, Bolibar y Gizaburuaga hasta Murueta, Nabarniz y Ea donde incluso el Ayuntamiento se ha visto obligado a licitar la instalación, gestión y explotación de un cajero automático nuevo.

«El objetivo es paliar el grave perjuicio generado a los vecinos tras el cierre de la única oficina financiera localizada en el municipio», según recoge la convocatoria.

Esta situación afecta sobre todo a la población de más edad. De hecho, el 70% de los habitantes de estos pequeños enclaves superan los 70 años, un segmento de población «en el que la mayoría no dispone de los recursos ni los conocimientos necesarios para utilizar las nuevas tecnologías», señalan desde los ayuntamientos implicados.

A su juicio, «se agudiza la pérdida de autonomía de numerosas personas de edad avanzada, que carecen de capacidad para operar de manera telemática y que necesitan desplazarse a otras localidades para acudir a las oficinas más cercanas, aunque no tengan esa posibilidad y en muchos casos ni capacidad de movilidad», añaden.

En Gizaburuaga

Los encuentros llevados a cabo con los colectivos de personas mayores para impulsar municipios cada vez más amigables, 'Herri lagunkoiak', destacan precisamente la brecha digital como uno de sus principales quebraderos de cabeza.

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«Hay dos problemas. Por un lado, que todo se hace con tarjeta y eso tiene un coste de mantenimiento. Con las pensiones actuales no estamos para gastos innecesarios. Por otro, no todos disponen de un ordenador o de un 'smartphone' para las operaciones 'online'. Y muchos ni siquiera saben cómo utilizar la banca en Internet», criticaron desde Nagusiak Bizkaia tras la reunión con representantes de la comarca celebrada en Gizaburuaga. Según datos del Eustat, a partir de los 65 años el uso de Internet cae hasta el 37% de la población.

El propio Banco de España en el informe 'Infraestructura del efectivo y vulnerabilidad en el acceso al efectivo en España' advierte del notable incremento de personas en situación vulnerable para acceder al efectivo y subraya que «es fundamental asegurar que los ciudadanos que deseen usar este medio de pago tengan acceso a él».

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«Desde la pandemia, la situación es aún más complicada, porque cuando acudimos a sacar dinero tenemos que hacer cola, de pie, en la calle, porque los horarios de las oficinas son cada vez más limitados», añadieron.

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