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Cirilo Dávila
Jueves, 30 de julio 2020, 00:48
Las personas que transitan estos días cerca de Zorrozaurre reparan en las obras de construcción de un muro de dimensiones colosales, sin adivinar en la mayoría de los casos su razón de ser. Esta infraestructura a base de paneles modulares que se está construyendo en ... tierra se depositará en la ría como muro de contención. Se aumentará así la anchura de la isla mediante el relleno del hueco resultante.
Estas obras permitirán recuperar a la isla unos 51.700 metros cuadrados, que le fueron arrebatados al excavar el canal de Deusto. Sobre esa superficie se levantarán 761 viviendas. Un proyecto esencial para el desarrollo de Zorrozaurre.
Serán necesarios unos 750 módulos, de dos metros de anchura cada uno de ellos, para completar toda la alineación del relleno interior (zona junto al puente de Frank Ghery) y relleno exterior (zona enfrente de Idom). Medidas que dan cuenta de la envergadura de esta ejecución. Un kilómetro y medio de un dique sumergido a lo largo de la orilla más próxima a Deusto.
Este muro de contención se compone de dos elementos principales. Por una parte, paneles que una vez fabricados en la Comunidad de Madrid son trasladados por carretera hasta Bilbao. El segundo elemento son unas zapatas de hormigón armado ejecutadas en obra y sobre las que se irán montando esos paneles. Cada uno de ellos tiene una altura variable que oscila entre los 6,40 y 8,50 metros, según la zona en la que vayan a ser depositados. No hay dos iguales, resultado de un trabajo a medida. Cada pieza debe encajar sin chirriar en el conjunto. Por ello, los paneles van numerados para disponerlos en una ubicación concreta asignada en la campa de trabajo.
Hace unos días se inició la tarea de ensamblar los paneles a las zapatas. Se izan con ayuda de una grúa y se apuntalan en posición vertical. A continuación, se monta la ferralla (barras de acero), se encofra y se hormigonan las zapatas, quedando finalmente el conjunto unido en un único elemento estructural o módulo.
Una vez el hormigón haya 'curado' y adquirido una determinada resistencia será el momento de su colocación en la ría en su posición definitiva.
Esta colocación comenzará en agosto. Una obra de ingeniería que, sin pretenderlo, será una atracción visual para un mes escaso de espectáculos. Cada módulo (panel con dos contrafuertes y zapata) pesa unas 30 toneladas. Se prevé que la ejecución y colocación se prolongue hasta enero de 2021.
«Antes de empezar, es difícil saber lo que tardaremos en colocar cada módulo, que deberá ajustarse al centímetro para cumplir ese papel de contención», explicaba ayer a este periódico el gerente de la UTE adjudicataria del contrato, Jose Manuel Moreno. Esta formada por Acciona Construcción y Altuna y Uría.
Las condiciones, además, variarán con un invierno de por medio. «No es una obra especialmente compleja, pero sí difícil», comenta este técnico procedente de Acciona y bregado en obras de mayor calado. A esta UTE se le adjudicó en mayo de 2019 el contrato de la obras de relleno en el dominio público portuario de Zorrozaurre. Un contrato que había quedado desierto en una primera convocatoria tras no presentarse nadie en plazo a la licitación.
Tal y como se recoge en el pliego técnico de este contrato, estas empresas deben ejecutar a su cuenta y riesgo las obras de relleno, con un presupuesto próximo a los 25 millones de euros, y abonar un precio de venta mínimo de 1,75 millones por el terreno resultante de esos rellenos. Una inversión que las empresas adjudicatarias esperan recuperar con la venta de pisos que se producirá con el desarrollo urbanístico posterior.
Para llegar a ello, y una vez ejecutadas las obras de relleno íntegramente financiadas por la UTE adjudicataria, la Autoridad Portuaria promoverá la desafectación de la parcela resultante de estos trabajos, con una superficie que volverá a ser tierra firme tras años anegada.
De los firmantes del convenio suscrito hace dos años en Santurtzi entre las administraciones estatales y vascas para la articulación de rellenos en el canal de Deusto solo se mantienen en sus cargos el consejero Iñaki Arriola, en funciones, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. El resto de los que rubricaron aquel documento ya no están, pero se mantiene intacto el espíritu y la letra de un convenio sobre el que pivota buena parte del futuro de Zorrozaurre.
La rehabilitación urbana de esta zona, cuyo ámbito urbanístico ocupa una superficie total de casi 838.781 metros cuadrados, transformará esta antigua área industrial en el nuevo hall de entrada de Bilbao por la ría, gracias a un proyecto integral y sostenible basado en el master plan diseñado por la arquitecta Zaha Hadid.
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