Creada en 2006 y dependiente del Departamento de Medio Ambiente, URA, la Agencia Vasca del Agua, tiene como objetivo desarrollar políticas para la gestión correcta y sostenible de este recurso escaso, lo que incluye actuar de manera preventiva en las zonas inundables o controlar la ... contaminación. Ernesto Martínez de Cabredo es su director.
- ¿Tratamos bien el agua en Euskadi? ¿Cuál es el grado de contaminación de nuestros ríos?
- Ahora están mucho mejor de lo que estaban hace 30 ó 40 años, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Hemos recorrido hasta un 70%, pero queda un 30% que todavía es importante. Se ha trabajado mucho el ciclo urbano del agua y hay grandes aglomeraciones donde la gestión es ya muy profesional y se está haciendo bien. La contaminación de los ríos depende mucho de cómo se hace la gestión del saneamiento de nuestras ciudades.
- Pero siguen dándose muchas sanciones por vertidos ilegales...
- Que se sancione mucho no quiere decir que se esté peor y haya vertidos peores. Ahora estamos sancionando más de lo que se hacía hace años, pero no porque haya necesariamente más vertidos. Lo que ocurre es que se denuncia más, se detecta mejor y hay muchísima mayor labor de control.
- El ciudadano como agente contaminante, ¿se ha puesto las pilas? ¿O todavía se tira el aceite por el desagüe o las medicinas por el retrete?
- El problema de las medicinas se ha empezado a detectar ahora y se está estudiando. Es lo que se conoce como contaminación emergente. La solución se tiene que producir en el propio origen de la contaminación, es decir que cada uno de nosotros actúe de manera correcta. Y eso empieza por la casa de uno mismo. Otro problema real es el de las toallitas arrojadas al retrete. No se deshacen y generan unos tapones monstruosos. Es un caso grave del mal uso del inodoro sobre el que hay que concienciarse.
- ¿Las depuradoras están preparadas para tratar estos contaminantes emergentes?
- Tal y como están diseñadas no puedan depurar el agua contaminada con estos agentes. Insisto, creo que claramente la solución tiene que estar en origen. Lo primero y lo más eficiente es concienciar, después tocará desarrollar procesos de depuración adicionales y demás.
«Que se den muchas sanciones no significa que se estén dando más vertidos. Se controla más»
Actuar en el Alto Nervión
- ¿Hay puntos negros de contaminación en el mapa de los ríos vascos?
- Sí. Algunos históricos, que ahora se están resolviendo. Por ejemplo, el Alto Nervión, Llodio y Amurrio, donde ahora mismo se están licitando las nuevas depuradoras que van a dar solución a toda la zona.
- ¿Y la ría de Bilbao?
- La ría no se puede considerar actualmente como un punto negro. Se ha hecho un trabajo enorme de mejora del estado del río. Lógicamente, el que se vayan terminando las depuradoras del Alto Nervión también traerá una mejora.
- Pero sigue habiendo contaminación fecal y por lindane...
- La fecal es la significativa, la que efectivamente hace que todavía no sea apta para el baño. Son vertidos que se producen y que no van a la depuradora de Galindo. Son cada vez menores pero todavía existen y hacen que la ría tenga aún unos contenidos demasiado altos en coliformes que hagan que no sea apta para el baño.
- ¿Y cuándo se solucionará?
- Pues probablemente se tardará años. Porque ya no se trata de grandes inversiones, sino de ir detectando qué tipo de vertidos se producen y recogerlos. Para ello tenemos un convenio con el Consorcio de Aguas Bilbao cuyo objetivo fundamental es precisamente que esos vertidos, que ahora de manera indebida van al río, se recojan y terminen en la depuradora de Galindo.
«Las cotas de edificación se han elevado para evitar que se inunde»
- Hace un año se dio a conocer que solucionar los puntos de riesgo de inundabilidad requiere 1.000 millones. ¿Esto sigue siendo así?
- Esos 1.000 millones corresponderían a todo el plan de gestión de riesgo de inundaciones, que tiene un montón de actuaciones. Se está interviniendo en las zonas donde se producían más daños y donde de manera más periódica y más frecuente estamos sufriendo inundaciones.
- ¿Por ejemplo?
- Se ha actuado en varias fases en el río Ibaizabal, en la zona de Basauri, y ahora se va a empezar a actuar en Galdakao. Hay otro punto de mucho riesgo en Zalla. Allí estamos realizando una obra muy importante.
- ¿Qué sucede con Zorrozaurre?
- Es una zona de nuevos asentamientos. Se va a urbanizar de modo diferente al que estaba y lógicamente con muchas más precauciones. URA establece unas cotas de edificación y de urbanización en base a una inundabilidad.
- ¿Estas cotas se han reajustado de algún modo teniendo en cuenta los efectos del cambio climático, que se supone genera fenómenos meteorológicos más extremos?
- Esas cotas tienen en cuenta toda la fenomenología de las mareas y la fenomenología de la propia inundación. Además los mapas de inundaciones se revisan anualmente. Si empezamos a ver ciertos fenómenos que hacen peligrar lo que tenemos ahora esos mapas se irán reajustando a las nuevas situaciones. Hay que tener en cuenta que tenemos dos maneras de actuar contra las inundaciones. Por una parte se pueden hacer, y hacemos, obras hidráulicas, de manera que los cauces mejoren, las secciones de los ríos sean mayores y su capacidad de desagüe sea mayor. Y por otra parte tenemos que hacer que los nuevos asentamientos que se vayan creando en las ciudades no se levanten en zonas inundables. ¿Qué hemos hecho con Zorrozaurre? Subimos la cota de manera que aquello esté en una zona que no se inunde.
«Las redes son antiguas y hay lugares donde se pierde más del 50% del agua»
- ¿Va afectar el cambio climático a nuestros recursos?
- El asunto se está estudiando y es cierto que se están elaborando planes de sequía, pero no hay datos claros que establezcan que en los últimos diez años hayamos tenido menos agua. Estamos en un sitio en el que nuestro mayor riesgo natural son las inundaciones, donde tenemos agua y la tenemos siempre.
- Vamos, que no se va a necesitar un nuevo pantano...
- No, no. Lo que hay que hacer es mantener bien el sistema de redes que hace que el agua llegue hasta nuestros grifos.
- ¿Se pierde agua por el camino?
- ¡En algunos sitios se pierde hasta el 50%! Las redes son antiguas, no se han mantenido bien y son sistemas que hay que cuidar mucho todas los años porque se van deteriorando. El abastecimiento y saneamiento es una competencia municipal. Esa competencia local ha hecho que muchas veces las gestiones sean muy distintas de unos sitios a otros. En 2020 uno de los objetivos que tenemos es elaborar un reglamento en el que se deje claro a cada uno, a cada organismo gestor, cómo tiene que actuar.
-¿Qué hay del nuevo canon del agua?
- Uno de sus objetivos precisamente es evitar esas pérdidas. Antes se cargaba al usuario y ahora lo que se va a hacer es aplicar a todo el que capta agua. Entendemos que es una manera mucho más medioambiental de aplicar este canon. Ahora, como lo que se va a pagar es el agua que se coge, esas pérdidas de los sistemas se van a gravar. Los que tomen agua tratarán de que su sistema sea lo más eficaz posible.
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