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Joseba Pérez muestra sus percebes en su comercio en La Ribera. E. Molano

Los consumidores, en busca del máximo ahorro: «Se acaban de llevar un pulpo para comer en Navidad»

Con la cesta de la compra por las nubes, algunos clientes adelantan la adquisión de manjares típicos para garantizarse el máximo ahorro

Miércoles, 25 de octubre 2023, 00:45

Hay quien ha seguido disfrutando de la playa en pleno mes de octubre, pero quedan exactamente dos meses para la Navidad. En un escenario de inflación galopante, con la guerra que no cesa a las puertas de Europa y otra sangrienta batalla en el embrión ... de la civilización que tiñe de incertidumbre los meses venideros, los más previsores han comenzado ya a hacer acopio de los típicos manjares navideños para congelar y garantizarse el máximo ahorro en esas fechas. Normalmente, los consumidores comenzaban a congelar unas cinco semanas antes de la Navidad, tres en el caso de las carnes. Pero la cesta de la compra lleva tiempo por las nubes, por lo que están adelantado las adquisiciones para beneficiarse de los relativos buenos precios de los que ahora presumen los manjares del mar.

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En el Mercado de La Ribera de Bilbao, una de las plazas de abastos más importantes del norte con casi medio centenar de puestos, es ahora cuando ofrecen su mejor versión. Los costes crecerán desde el puente de diciembre y pegarán un subidón espectacular desde el lunes previo a la Nochebuena. «Es un buen momento para comprar», relataba ayer Joseba Pérez desde el mostrador de la pescadería Lomar-Tino's. Las kokotxas de bacalao cuestan 24,8 euros el kilo, como hace dos años. El besugo se podía adquirir por 44,8. Y era muy difícil hacer caso omiso al pulpo fresco, que se comercializaba por 16,95 euros el kilogramo.

«Precisamente, me acaban de pedir un pulpo para guardar para Navidad de más de tres kilos y se lo he limpiado. Dentro de un mes y medio estará estupendamente. En Navidad habrá subido a 24 ó 25 euros el kilo seguro. Y encima escasea mucho. Igual resulta que dentro de una semana no queda», relató el profesional, que recomendó llevarse ya, además de este cefalópodo, pescado grande, como lubina, besugo o dorada, jibión fresco para hacerlo en su tinta, nécoras o bueyes, quisquillas o quisquillón. «Y es que te ahorras un dineral», animó.

«El percebe también se puede congelar porque así pagas 50 en vez de desembolsar 110 o más de 200», ejemplificó el comerciante, que relató que «no es cierto que subamos los precios en Navidad. Nos los suben. Y resulta muy complicado escoger el género y darle salida. No hacemos el agosto en esas fechas. Solo cubrimos el expediente».

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«Precios parecidos»

Los clientes aún no están haciendo acopio de carnes, apuntó Santos Campo, especializado en vacuno, que lleva 45 años despachando en el mercado. Los precios se mantienen «parecidos» a los de finales del año pasado, abundó. El cochinillo estaba ayer a 20 euros el kilo, como en la antesala de la pasada Navidad, aunque para entonces había subido 5. El cordero de Burgos, el lechazo de Aranda y el cabrito se vendían por 24 el kilo, igual que en diciembre, aunque se han encarecido en cuatro - en el caso del cordero- y en dos euros y medio - el lechazo y del cabrito- en dos años. Las chuletas de vaca y de ternera se despachaban ayer a entre 25,5 y 26,8, aunque en noviembre de 2021 valían 24.

44,8 euros

era ayer el precio por kilo de un besugo de gran tamaño. El kilo del cabrito, de lechazo de Aranda y de cordero costaba 24 y el de cochinillo, 20.

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