El conflicto de Bilbobus y Bizkaibus se enquista a tres días de Santo Tomás

Los trabajadores de los dos servicios de transporte público piden básicamente lo mismo: un nuevo convenio colectivo que sustituya al actual, que perdió la vigencia hace un año. Los de Bilbobus reclaman, además, una mejora sustancial de las condiciones de seguridad e higiene. Tres de las nuevas marquesinas que llegarán a las paradas de la villa el próximo año incorporarán aseos, un número insuficiente a juicio de los chóferes, que también consideran necesaria una reorganización del servicio de transporte interno.

En su sexta semana de movilizaciones, los trabajadores de Bizkaibus se han mostrado pesimistas de cara a alcanzar algún punto de acuerdo con la empresa. «Estamos igual», han lamentado los sindicatos, que consideran que «ya es hora de que la Diputación intervenga para solucionar el problema que sufre el transporte público».

Mientras los empleados de EMB y Pesalur daban por sentada la jornada de huelga que coincidirá con la celebración del tradicional mercado navideño, los de Bilbobus aún guardaban este lunes a la mañana algunas esperanzas de zanjar el conflicto. La empresa Beobide, adjudicataria del servicio municipal, les había emplazado a una reunión con el propósito de acercar posturas, y en el propio Ayuntamiento se mostraban convencidos de que la solución podría estar cerca. Pero las ilusiones de ambas partes se han visto truncadas porque las dos propuestas que la compañía ha realizado a los trabajadores a lo largo de la jornada no cubren sus expectativas. «Las posturas aún están muy alejadas», ha admitido un portavoz sindical.