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La Supersur y la AP-68 ya están unidas. La construcción de la estructura del viaducto que permitirá incorporarse a la Variante Sur Metropolitana a quienes conduzcan en sentido Bilbao por la autopista se ha completado. La última de las piezas de acero que ... componen la estructura del puente, «uno de los más singulares que se va a construir en esta fase de la Supersur», se instaló en la madrugada del sábado. «Todo un hito, un paso importante, en el desarrollo de esta potente infraestructura», según afirmó este lunes Imanol Pradales.
Con el nuevo viaducto a sus espaldas y los túneles de Seberetxe al fondo, el diputado de Infraestructuras y desarrollo territorial explicó que el puente recién instalado «ya nos permite ver la conexión entre la Supersur y la AP-68», lo que significa que «podemos ver por primera vez la conexión con la meseta que necesita Bizkaia, particularmente el tráfico de mercancías que viene del Puerto de Bilbao. Este tablero conecta el puerto, el aeropuerto, el BEC, los parques tecnológicos y las empresas del territorio de manera rápida y en alta capacidad a la meseta. Va a ser un eje fundamental de comunicaciones terrestres para el territorio».
El jefe de obra, Pedro Rivas, explicó los detalles que hacen del nuevo viaducto una obra de ingeniería «singular». Mide 195 metros y traza una curva con un pronunciado peralte. «Tiene tres vanos y el central, que cubre la autopista completamente, tiene una luz -el espacio entre soporte y sporte- de unos 90 metros».
El puente «se ha motando en 7 fases, que a su vez se han transportado en dos mitades cada una. Así que hemos tenido que realizar 14 transportes especiales para traer las piezas». Cada tramo viene a pesar más de 100 toneladas, por lo que toda la estructura puede alcanzar de 750 a 800 toneladas. «El acero con el que se ha construido es Corten, un acero que se autoprotege y no necesita mantenimiento», añadió Rivas. La primera pieza llegó en noviembre y este fin de semana, en la madrugada «de viernes a sábdo pusimos la úlitma. En la maniobra, que requirió cortar el tráfico, «usamos dos grúas, una de 650 toneladas y otra de 350 que ocuparon la calzada en sentido Bilbao. Esperamos que para el mes de agosto el puente ya se pueda curzar», remató Rivas.
Las complicaciones de esta obra no se limitan solo al propio viaducto: afectan a otro, el puente de Venta Alta, que cruza sobre la autopista. Para trazar los carriles del nuevo acceso a la Supersur, ha sido necesario desplazar uno de sus pilares. El problema es que ese puente «es también un acueducto. Por su interior pasan dos tuberías de 2 metros de diámetro del Consorcio de aguas». Así que ha sido necesario sustituir «una pila por otra desplazada sin mover más de un milímetro el puente», que pesa unas 1.500 toneladas.
Pradales destacó además la construcción de un bidegorri de 800 metros de recorrido. Es «una de las medidas compensatorias del proyecto de construcción de la segunda fase de la Variante Sur Metropolitana y otra de las señas de identidad de un proyecto en el que se está primando la defensa del entorno, el cuidado medioambiental y la sostenibilidad en las técnicas de construcción».
A la «recuperación de la cantera del Peñaskal con la plantación de un robledal que devuelva al monte lo que es del monte, le sumamos esta actuación para completar el bidegorri que existe ya entre Abusu y La Peña. Lo extendemos con la construcción de una senda ciclable y peatonal entre Buia y Venta Alta», añadió. «Con todo ello, para primavera de 2023, como estaba previsto, estarán listas las obras porque están yendo muy bien», concluyó.
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