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La comisión de control y transparencia de la Ertzaintza, que preside el que fuera presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, ha emitido un informe en el que censura los aplausos de agentes de servicio a sus compañeros de 'Ertzainas ... en lucha' en una manifestación celebrada el pasado 1 de junio, entre las 10.00 y las 10.44 horas, en la calle Becerro Bengoa de Vitoria. El dictamen valora que la actuación de los uniformados contraviene «el deber de neutralidad, imparcialidad y objetividad» que se les exige como empleados públicos. A su juicio, los policías deberían haber mantenido el deber de «autolimitación en la expresión corporal dirigido a evitar que muestren un posicionamiento personal», más aún en un «espacio público» con presencia nutrida de medios de comunicación.
A siete de los agentes que integraban la línea de seguridad en torno a la protesta se les abrió un expediente disciplinario y a seis de ellos se les apercibió por una falta leve por aplaudir a los manifestantes, que exhibían pancartas en las que se leía 'Sin acuerdo regulador digno no hay Tour' o '12 años sin convenio. Ertzainas en lucha'. Según la comisión, fueron responsables de una «negligencia, aunque sin voluntad dolosa». El séptimo, que dio un abrazo a uno de los manifestantes que portaba la pancarta al finalizar el acto, se le exculpa por tratarse de un gesto «natural» y «de confianza».
El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, encargó a la comisión, integrada por prestigiosos miembros de la Policía, como Toño Nieto, ex subjefe de la ertzainetxea de Bilbao o Ricardo Eguiguren, exjefe de la Policía Local de Leioa, que analizara la actuación de estos ertzainas. Para ello, visionaron los vídeos y fotografías emitidos por los medios de comunicación y que grabaron las cámaras del Parlamento vasco. Debían valorar también el operativo diseñado por la comisaría de Vitoria y la conducta de los ertzainas manifestantes.
La comisión defiende que el jefe de unidad de la ertzainetxea adoptó la decisión «correcta y ajustada» al permitir que los congregados ocuparan parte de las vías del tranvía, durante unos 15 minutos, entre las 10.00 y las 10.44 horas, en la calle Becerro Bengoa, lo que obligó a suspender el servicio del medio de transporte, por el «riesgo inminente para la integridad física» de quienes protestaban, unas 1.500 personas en total. La Brigada Móvil se situó a unos 50 metros de distancia. Este órgano de control interno, creado en 2021, se activa cuando la «actuación o conducta policial» pueda afectar «a la imagen de la Ertzaintza».
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