Muchos comercios del centro de Bilbao incumplen la orden de apagar sus escaparates

Salvando algunas excepciones, la mayoría de los pequeños negocios cumplen con la nueva norma y mantienen apagadas sus luces interiores. Otra cosa son las grandes cadenas que en muchas zonas permanecen encendidas. una situación que llama la atención sobre todo cuando en el local de al lado otra tienda está a oscuras. Jorge Aio, gerente de Bilbao Centro, asegura, en este sentido, que los negocios familiares tienen más facilidades para adaptarse a esos cambios rápidos de legislación «sobre todo cuando estas medidas se aprueban en época estival». «Además, muchos de estos comercios ya apagaban sus luces a las diez y media u once de la noche, por lo que no han tenido muchos problemas para readaptar los relojes de la iluminación. Con las compañías grandes todo está centralizado y puede que tengan más problemas con estas cosas», insiste Aio.

Sea como fuere, la sensación que transmiten muchas calles de la capital es que la situación sigue siendo la misma que antes del decreto de ahorro energético, al menos en las más comerciales, las de mayor atracción entre los compradores. El efecto 'escaparate encendido' tampoco tiene como protagonista a una rama de negocio concreta, sino que incluye a tiendas de moda -tanto de las consideradas asequibles como las destinadas a los bolsillos más exquisitos-, de regalos, de productos para el hogar y hasta inmobiliarias, concesionarios de coches y oficinas de viajes.

Jorge Aio, en este sentido, se pronuncia, como ya han hecho otros colectivos de comerciantes, a favor de permitir «un proceso de adaptación» de los negocios a la nueva legislación. Tanto por el asunto de la iluminación, como de los aires acondicionados y la obligatoriedad de tener cerradas todo el tiempo las puertas de acceso. «Seguro que todos los comercios se irán adaptando con el tiempo, pero hace falta ese tiempo», insiste.

¿Y qué dicen las instituciones? Preguntada ayer por EL CORREO, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, eludió abordar el tema y se limitó a asegurar que reducir la factura energética es una carrera a largo plazo que requiere de la «concienciación» de la sociedad. Unas declaraciones que realizó después de presentar el plan del Gobierno vasco en el que se aboga, sobre todo, por impulsar medidas de ahorro en la industria. Eso sí, a la hora de explicar qué pasará si las compañías no cumplen lo decretado, la dirigente del PNV reconoció que el Ejecutivo autónomo no piensa en sanciones, sino en reclamar la colaboración de todas las partes implicadas. Tapia se quiso así desmarcar de Pedro Sánchez -al que criticó por su plan de ahorro, que tildó de «efectista»-.

Todo ello porque el Gabinete socialista contempla sancionar a aquellos establecimientos que incumplan de forma reiterada la legislación. Para los casos leves se establecen multas que pueden alcanzar los 60.000 euros y para las más graves podrían llegar hasta los 100 millones. Tapia, al hacerse públicas las medidas del Gobierno central, aseguró que no es posible poner un ertzaina a controlar cada establecimiento. E insistió en la necesidad de que la 'pedagogía' convenza a los comerciantes de reducir el gasto en electricidad.