El comercio local capea el temporal: «Hay pescado porque nos lo traen en furgonetas»

«Pescado hay, aunque haya cundido un poco de miedo entre los clientes porque les llegaban mensajes de que todo se iba a parar», se lamentaba Begoña Alonso desde el puesto Javi y Luis. Explicaba que, «aunque muchos camiones hayan parado, los mayoristas utilizan furgonetas pequeñas para traernos todo lo que les pedimos». Es más, no cree que la posible reducción del género habitual se haya traducido en los precios, «que han caído unos tres euros en la merluza (13,80), dos en los gallos (8,50) y uno en el salmón (15.80)».

En el caso de Pescados Ondarroa, Fouad Hamjan subrayaba que en su caso habían superado el amarre de la flota vasca de bajura recurriendo a los barcos que traen género de más lejos. «De esta manera, tenemos algunos chicharros, faneca, verdel, rape, lenguado», enumeraba. O la dorada, «que la semana pasada no había». O el marisco, «porque no venía el género de Galicia».

Ainhoa Carrillo reconocía que esta semana se ha restablecido el tráfico con la comunidad gallega y que eso le ha permitido contar de nuevo con productos que escaseaban, «como el pollo». «Nos han asegurado que seguirán trayéndonos productos siempre y cuando los piquetes no se lo impidan», contaba la gerente de Pollería Ainhoa.

En los supermercados, ayer se repetían algunas imágenes de baldas vacías, aunque «cada vez menos». En el Carrefour del bilbaíno barrio de Atxuri, por ejemplo, las carencias «graves» se limitaban a la leche y el aceite, particularmente de girasol. «Algo de desabastecimiento seguimos teniendo, como les pasa a todos, pero la buena noticia es que el producto fresco ha empezado a entrar de nuevo; hay menos, pero hay», se congratulaba su encargada.

El alivio era grande porque, confesaba, la semana pasada se vivieron jornadas «muy complicadas». En este establecimiento hubo estanterías donde no se pudo reponer ningún producto «durante tres o cuatro días». Aunque insistía en que «ya se ha recuperado el flujo de gente normal y esperamos que la situación se mantenga estable en los próximos días».

También confiaba en lo mismo la responsable del súper que tiene el grupo de alimentación de Eroski en la Plaza Encarnación. «Al ser una empresa grande, teníamos 'stock' y la semana pasada aguantamos bastante bien, pero estos días estamos un poco peor», admitía. Y lo concretaba: en producto fresco, «frutas, verduras», estaba al 85% de lo habitual, pero el género se ha desplomado a menos de la mitad (45%) «en huevos, leche, harina, yogures, pan rayado...».

Desde la cadena de supermercados BM, sin embargo, reconocían estar «preocupados y tensionados» ante una situación «compleja» que empieza a provocarles «problemas logísticos» de suministro. Y, «aunque por el momento no están afectando de forma grave al abastecimiento de nuestros productos», admitían que la leche se ha convertido en uno de sus mayores quebraderos de cabeza.

En el Mercadona de Rodríguez Arias también había falta de lácteos, sobre todo de determinadas marcas, «como La Asturiana». Su encargado, en cualquier caso, se mostraba optimista y convencido de que «comida va a haber seguro; la gente no tiene que tener miedo ni alentar ninguna psicosis, porque lo que se está provocando ahora al comprar tanto es que no se dé tiempo a reponer en condiciones». Pero, aseguraba, cada mañana sus estanterías vuelven a estar repletas, «y no tiene que haber problemas, sobre todo en productos básicos como pastas, legumbres, carnes; no se producirá desabastecimiento».