Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las rebajas de verano han vuelto a pasar otra vez de puntillas por Bizkaia. Los resultados han quedado muy por debajo de las expectativas al registrar unas ventas «muy flojas», lamenta Pedro Campo, presidente de la patronal Cecobi. Los comerciantes han visto frustradas sus esperanzas ... de obtener importantes ingresos y afrontar algo más tranquilos la próxima temporada, ya expuesta en los escaparates.
El sector tendrá como principal enemigo la incertidumbre causada por una pandemia, que sigue castigando con saña al segmento textil, calzado y complementos. Ninguno ha encontrado alivio en los meses estivales. Los tres siguen sin levantar cabeza atenazados por un consumo «estancado» que se mantiene en mínimos históricos y con muy pocas pintas de remontar, al menos a medio plazo. «No se ve un repunte», esgrime Campo.
Pese a arrancar con cierto entusiasmo, el periodo de descuentos pronto empezó a perder gas. En realidad, la efervescencia aguantó con buen tono unicamente las primeras semanas de julio para desinflarse rápidamente. Los clientes repitieron el mismo comportamiento que en años anteriores. Las ventas cayeron en una absoluta atonía según «fueron pasando los días». «Han sido un poco anodinas y muy contenidas para las enormes necesidades que vive un gremio que está muy tocado», lamenta Jorge Aio, gerente de BilbaoCentro.
Pedro Campo
Presidente Cecobi
De hecho, al igual que un importante número de bares y restaurantes, gran parte del comercio también bajó la persiana en agosto y prefirió coger vacaciones antes de pasar los días de brazos cruzados. «Han ido algo mejor que las del verano pasado, pero ni de cerca nos acercamos a los niveles que teníamos antes de la pandemia. Vamos algo mejor, pero sin alcanzar todavía buenas cifras», detalla Rafael Gardeazabal, presidente de bilbaoDendak. Aio lamenta que las limitaciones de aforo impuestas por el Gobierno vasco han afectado también a las ventas y reconoce que los bonos lanzados por el Ayuntamiento de Bilbao ha tenido una mayor incidencia en el gasto que las propias rebajas.
El mal tiempo tampoco ha echado una mano al sector al alejar a los clientes de las tiendas: «¿Quién compra unas sandalias lloviendo?», se pregunta Campo. No obstante, en medio de esta senda depresiva, han despuntado algunos trazos optimistas. Según Campo, los comercios minoristas y «de barrio» han respondido mejor que el resto en esta ocasión y estrechado los vínculos que fortalecieron con la clientela local tras el confinamiento. «Les ha ido menos mal que a los demás», se consuela Campo. También los grandes almacenes han sorteado mejor esta campaña: «Hemos tenido un volumen de ventas superior al del pasado año», confirman desde El Corte Inglés.
Los malos resultados de este verano han llevado a las organizaciones comerciales a solicitar una vuelta al modelo tradicional de rebajas. «Estar todo el año con descuentos no tiene sentido», sentencia la dueña de la perfumería de lujo Erlai.
2019 Los comerciantes siguen echado la vista atrás. Aunque las rebajas dejaron de ser lo que eran hace mucho tiempo, las ventas siguen muy lejos de las marcadas hace dos años.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.