Comerciantes bilbaínos esperan unas rebajas de Reyes «francamente buenas»

Javier Simorra, por ejemplo, practica desde la semana pasada descuentos del 50% en prendas seleccionadas, igual que la boutique de alta costura infantil Anetta, aunque en este caso se limitan al 20%. En la Gran Vía, templo de la moda juvenil, Jack&Jones ha abaratado sus chaquetas un 30%, mientras que Pedro del Hierro y Cortefiel doblan estos porcentajes.

Podría pensarse que el sector ha echado el resto con el Olentzero y justo antes de la llegada de los Reyes Magos. Sin embargo, los comerciantes tienen la impresión de que las rebajas de este año van a ser «francamente buenas». A diferencia de otras temporadas, en que su confianza era limitada, esta vez acuden al encuentro con los clientes con un pálpito bien diferente. Dicen tener motivos para la esperanza. «Las calles están a reventar a todas a horas y la presencia de turistas es tremenda», se felicita Rafael Gardeazabal. Hay todavía un dato más revelador, que aumenta el optimismo del gremio. «Dinero parece que hay porque la gente está gastando de forma extraordinaria, como no se veía desde hace años. El consumo no está nada retraído. La realidad nos ha dado en esta ocasión una bofetada, pero para bien. No lo esperábamos», apostilla el presidente de bilbaoDendak.

Este viraje comenzó a dibujarse a partir del 'Black&Friday', a finales de noviembre. Y ha terminado de explotar en vísperas de Nochebuena. «Estamos vendiendo sin parar en rebajas y en los próximos días irá todavía mejor», reconocen desde Bimba&Lola. «Estamos muy expectantes. No nos podemos quejar de cómo está yendo la campaña de Navidad, pero habrá que esperar a ver qué nos dicen finalmente los hechos», explica Jorge Aio, gerente de BilbaoCentro, que augura una fuerte repercusión para los establecimientos de equipamiento personal y especializados en tecnología.

El clima de optimismo es tan alto que hasta Pedro Campo, presidente de Cecobi, ha aparcado su tradicional moderación para aventurar un periodo bastante fructífero. «El consumo tirará fuerte entre 15 y 20 días», pronostica. Los comerciantes dan por hecho que Bilbao vivirá el sábado «una jornada histórica».