Algunos de los usuarios del comedor social de Apostólicas, que gestiona Cáritas, siguen llevándose los 'tuppers'. luis ángel gómez

Los comedores sociales vizcaínos mantienen su actividad en navidades

Las instalaciones de Cáritas y Conde Aresti son las únicas que han reabierto los salones tras el estado de alarma

Miércoles, 23 de diciembre 2020, 03:40

Abrir 365 días al año. Es el compromiso de los comedores sociales vizcaínos, y lo mantendrán estas navidades. En unas fechas en las que el grueso de la sociedad está preocupada por poder pasar, en grupos reducidos, las fiestas con sus familiares y tratando de ... esquivar al coronavirus, los usuarios de estos servicios también se están adaptando, como todos, a la nueva normalidad. Algunos de los colectivos que les proveen de alimentos les entregarán 'tuppers', como hacen desde que arrancara la pandemia, por las dificultades de adaptar sus instalaciones, pero otros permanecerán abiertos, como cualquier otra jornada, y ya preparan unos días que, en la medida de lo posible, intentarán que sean «especiales».

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Cáritas Diocesana seguirá dando de comer a 125 personas en Apostólicas de Bilbao, en Manuel Allende, y a 45 en Barakaldo, recursos que gestionan de la mano de los ayuntamientos, encargados de derivar, a través de los servicios sociales, a las personas que necesitan este tipo de ayuda. «Nos da igual un lunes que un domingo, y funcionaremos como el resto del año», avanza la responsable, Gemma Orbe. El equipo de trabajo, de hecho, «es el mismo».

En el comedor Conde Aresti de Zabala, puesto en marcha en 1903 y atendido por la Fundación Vizcaína de Caridad, esperan un centenar de personas para comer y otras 150 para cenar, detalla la responsable de la residencia del mismo nombre, Elena Carton. «Todos los días abrimos igual. Solo en el mes de agosto les damos 'tuppers', desde hace muchos años, para las cenas», señala. «En estas fechas navideñas procuraremos estar el grueso de cocina y servicio, porque se hacen platos diferentes, llevan más elaboración, y ahora con el coronavirus el servicio es más lento», precisa Aitor Rekalde, jefe de cocina y responsable del comedor.

Antes, los turnos de comida duraban una hora, y ahora media, por lo que los han duplicado; hay cuatro grupos para mediodía y seis para la noche. Y cuando acceden a las instalaciones -desinfectadas entre cada grupo- lo hacen, puntualiza Carton, «con todas las medidas: les tomamos la temperatura, se limpian los pies en un felpudo con lejía, se lavan las manos...».

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En los comedores de Cáritas, donde retomaron el servicio presencial en junio, han creado «grupos burbuja; entran de 25 en 25, siempre los mismos». Y ya no hay 'self-service': cogen la bandeja, se sientan en la mesa y, si necesitan cualquier cosa, se la piden a los voluntarios, 60 en Bilbao y 35 en Barakaldo. En las fiestas seguirán al pie del cañón, algo que Orbe quiere «poner en valor», porque «tienen su familia, sus hijos y sus nietos, y que fechas como estas las pasen aquí... Es de destacar». Para hacer algo acorde a estas fiestas han decorado el espacio con motivos navideños, y también prepararán menús «especiales».

Gente «de paso» y mujeres con cargas familiares son los nuevos perfiles que deja la pandemia

En Conde Aresti, por ejemplo, mañana a la noche tendrán fritos, langostinos cocidos y delicias de patatas de entrante; ensalada de arroz y langostinos de primero; y lubina asada a la espalda y patata panadera de segundo. De postre, tarta de tiramisú con helado de turrón y dulces navideños.

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Las Hijas de la Caridad, que ofrecen desayuno, comida y cena a una treintena de persona en Algorta, seguirán dando 'tuppers', porque no pueden abrir el comedor. Y les entregarán el pack también los días festivos. «Aquí no se distinguen los días festivos de los que no; mejoraremos los menús y les daremos una lata de refresco, pero será igual que cualquier día», precisa Sor Merche, la responsable, que reconoce que «te da un poco de pena, sobre todo ahora cuando empieza el invierno, que se vayan con la comida, porque algunos tienen dónde cobijarse, pero otros...».

Regalo de Reyes

Tampoco las Siervas de Jesús, que entregan desayunos en la Naja, tienen las instalaciones abiertas. Continúan dando bolsas a unas 120 personas. En su caso, no abrirán los días de fiesta, les entregarán el desayuno el día anterior, explica Ascensión Martínez, la superiora de la casa. «No podemos usar los salones que tenemos», se duele. Pero es consciente de que «la situación es la que es». Y ellas lo saben bien, que están saliendo de unos días de aislamiento por el virus. Lo que no fallará será «el regalo de Reyes» que hacen a los usuarios todos los años. Probablemente serán «elementos de aseo, que demandan mucho».

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«Una bolsa no es la comida que todos desearíamos», reconoce el padre Toño, al frente del comedor social San Antonio de Bilbao, que desde hace casi 70 años atienden los franciscanos de Iralabarri con la colaboración de un centenar de voluntarios. «Es muy triste, pero nuestro comedor es un piso bajo, como un subterráneo, y aunque tiene alguna ventana, la ventilación no es la adecuada para dar a más de cien personas», lamenta. Así que entregan en 'tuppers' en torno a 110 comidas y otras tantas cenas diarias, «un poco más de lo habitual durante los últimos años, que rondábamos entre 90 y 100».

Porque la pandemia, coinciden los que cada día están al pie del cañón, ha creado nuevas necesidades. Y «nuevas realidades», precisa Orbe, que desgrana que ha crecido el número de «mujeres con cargas familiares, gente que nunca había estado en un circuito de exclusión pero que tenía trabajos de economía sumergida, como servicio doméstico, y les han echado...». También, en el caso del comedor de San Antonio, «personas de paso y muchas caras nuevas», asegura el padre Toño. Lo que más echa de menos es que los habituales puedan reunirse como antes, «juntarse en una sala diez o doce para echar un cafecito, hablar...». «Espero que pronto -confía- podamos abrir y volver a reírnos y hacer el tonto un poco sin escaparnos unos de los otros».

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Ejemplo de menú

  • Entrantes. Gambas orly, langostinos cocidos y canapé de hongos.

  • Primer plato. Sopa de rape y gambones.

  • Segundo plato. Lomo de mero asado con patatas nido.

  • Postre. Tarta de tiramisú con helado de fresa. También ofrecerán dulces navideños, café y copa.

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