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Más de la mitad de la población del mundo reside en ciudades, que han sido el motor del progreso de la humanidad pero que «parasitan» los recursos naturales y se han convertido en focos de emisiones y contaminación. Estas aglomeraciones humanas se enfrentan ahora a grandes retos en este siglo de vertiginosas alteraciones: el cambio climático las hace más vulnerables a las temperaturas extremas y a las catástrofes naturales, por lo que urgen medidas de mitigación y también de adaptación.
Y luego está el reto demográfico. La propia caída de la natalidad es una amenaza para la supervivencia de las ciudades, que además deben volverse más amables y accesibles para sus habitantes, cada vez más mayores y más solos. El segundo congreso Ciudades del Futuro, organizado por EL CORREO y patrocinado por Iberdrola, Renfe, Innpulso y Visesa, citó ayer en el Teatro Campos de Bilbao a más de 30 expertos en desarrollo urbano en una jornada en la que se abordaron estos retos de futuro. «No hay nada más urbano que los periódicos, que nacieron con las ciudades y evolucionaron con ellas. Somos testigos de las grandes y pequeñas historias de las ciudades, pero también tenemos la obligación de impulsar debates y generar ideas e iniciativas que sirvan para que progresen», apuntó el director de este diario, José Miguel Santamaría, durante la apertura del evento. Las ciudades del futuro deberán ser «más inclusivas, resilientes y sostenibles», dijo Javier Arriola, director de la región norte de Iberdrola, que puso de manifiesto la importancia de disponer de buenas redes de electricidad para poder prestar servicios, porque la movilidad será eléctrica y se extenderá el autoconsumo.
«En el futuro, todos los elementos de la ciudad serán capaces de desarrollar su propia electricidad y volcarla a la red, desde los edificios, hasta las marquesinas y las farolas». La movilidad sostenible también articulará las ciudades y el tren jugará un importante papel. Se implantará un sistema en el que se combinarán elementos como el patinete o la bici con el autobús, el ferrocarril o el tranvía, aunque ello requerirá la colaboración de «todos los operadores. Si el sistema no es el adecuado, faltará una pata del estado del bienestar», dijo Manel Villalante, director general de Desarrollo y Estrategia de Renfe.
Además, Iñaki Arriola, consejero de Vivienda y Transportes, apuntó que es clave para desarrollar una sociedad más «avanzada, igualitaria y justa» que los ciudadanos tengan acceso a una vivienda asequible mediante las promociones públicas y lograr ámbitos urbanos más sostenibles con políticas de rehabilitación. Juan Carlos Abascal, alcalde de Ermua y presidente de la Red Innpulso de Ciudades de la Ciencia y la Innovación, abordó también la necesidad de trabajar por la igualdad, la mejor atención a personas mayores y el medio ambiente. «Vivimos un cambio de época que genera oportunidades», aseguró.
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