El cine desde la cama

Lo de colocar una veintena de colchones dobles en una de las salas para disfrutar de una película lo llevan haciendo los promotores de Begi Handi Kultur Elkartea desde hace cuatro años. Ayer organizaron dos pases. «Las entradas siempre se agotan y hay lista de espera, aunque quien quiera puede inscribirse en la web», explica el director del festival, Jokin Aspuru. «Lo de ver la tele en casa, en el sofá, es algo íntimo y doméstico, y aquí tratamos de socializar ese concepto, y a muchos les emociona». Daban fe de ello Luis Miguel Carpio y Arturo Antón, dos vecinos de Castro que trabajan en Bizkaia, poco antes de coger postura para ver ‘El otro lado de la esperanza’, de Aki Kaurismaki, en ese entorno excepcional, una película que narra la historia de un refugiado sirio en la fría Helsinki. «Una amiga vino el año pasado y queríamos probar. Es una gozada porque si la peli no está bien, puedes echar un sueño», bromeaban.

También para Arantza Arribas, vecina de Getxo, que llegó de las primeras, era la primera vez. «Me parece algo curioso: ¡Estar tumbada en la cama viendo una peli es genial!». Para Mercedes Carrera, el lugar del visionado era lo más «llamativo». Ambas destacaron la historia del edificio, que nunca habían visitado. Maitane Alzaga e Iraia Bidaurrazaga ensalzaron «el sitio, la cama y la película. No es fácil disfrutar de cine independiente y esto acerca a que la gente conozca el edificio. Ojalá estas sesiones se hicieran una vez al mes». De momento, se repetirán a las ocho y a las diez de la noche hasta el día 20.