Cinco jóvenes dejan al borde de la muerte de una paliza a un ladrón en Doña Casilda

Fue un joven de otra cuadrilla que se encontraba también en el parque el que alertó a los servicios de emergencia. Según las fuentes consultadas por este diario, llamó «asustado» por la paliza que le estaban dando al ladrón. El agredido había sido detenido en repetidas ocasiones por robar teléfonos móviles y otros objetos personales en esa misma zona.

Se da la circunstancia de que el joven había sido identificado esa misma noche sobre las 3.30 horas de la madrugada por una patrulla de la Ertzaintza cuando estaba cerca del parque. Una hora después se produjo la agresión. Las fuentes consultadas aseguran que los cinco sujetos le pegaron porque le sorprendieron intentando robarle a alguno de ellos. Cuando llegaron los agentes al lugar, habían huido dejando al ladrón herido en el suelo.

Los agentes, tanto ertzainas como policías municipales, comprobaron entonces que no tenía pulso, así que comenzaron a reanimarle allí mismo a la espera de la llegada de los servicios sanitarios. En uno de los coches de la Guardia Urbana tenían un desfibrilador semiautomático. Estos aparatos sólo lanzan la descarga cuando detectan que el paciente no tiene pulso, como era el caso. Después llegó la ambulancia, cuyos efectivos continuaron con la reanimación. Una vez controlado, el joven fue trasladado al hospital de Cruces en estado grave. Pese a su delicada situación, según los mismos medios, el joven pidió el alta médica voluntaria a primera hora de la tarde.

No es la primera vez que propinan una paliza en Bilbao a una persona tras ser sorprendida robando. Ocurrió, por ejemplo, el pasado verano, durante la penúltima noche festiva de la Aste Nagusia. Un supuesto intento de robo sobre las seis de la mañana en las inmediaciones de la txosna Gogorregi provocó una pelea entre dos grupos de jóvenes que acabó con un chico apuñalado en el cuello y trasladado de urgencia al hospital de Basurto.

Este joven, de 20 años, ha sido detenido al menos doce veces en un año por robos, lesiones y atentados contra la autoridad. Hace sólo dos semanas fue detenido otra vez por la Ertzaintza como presunto autor de la paliza y robo con violencia a un chaval y sus amigos en las fiestas de Trapagaran.