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El pájaro era tan pequeño que sus restos no aparecieron en el campo de vuelos. Puede, incluso, que no se tratara de un ave y que todo se debiera a una falsa alarma. Es lo que está analizando ahora el aeropuerto. Pero lo cierto es ... que un avión que había despegado a media mañana de ayer en dirección a Ibiza, con algo más de un centenar de pasajeros a bordo, dio la vuelta poco después para regresar a Loiu tras notificar el piloto que había sufrido una posible colisión con un animal, justo en el momento en que dejaba atrás la pista.
El incidente se saldó sin mayores problemas. No hubo daños en la aeronave, que volvió al aire poco después, con destino a la isla balear. Pero evidencia el grado de sensibilidad que están desarrollando los comandantes hacia los episodios relacionados con aves en Bilbao, después de que este verano se hayan producido dos colisiones con buitres en menos de tres meses. En uno de los casos, el aparato regresó de urgencia a 'La Paloma' con uno de sus motores dañado y desconectado.
«Los pilotos están ahora especialmente pendientes de este asunto. Hay cierta psicosis y ya no se fían. A la mínima avisan a la torre. Están reportando muchos avisos por presencia de aves, sean buitres o no», aseguran fuentes aeroportuarias. Por su parte, Aena, la sociedad que gestiona el aeródromo, restó importancia a lo sucedido. «Es muy posible que el episodio no se aborde al final como un 'bird strike' (colisión con ave), ya que ni ha aparecido el pájaro ni ha quedado ningún resto en el fuselaje». En el momento del supuesto choque, exactamente a las 10.54 horas, los halconeros estaban trabajando en la zona para prevenir incidentes.
El avión que dio la vuelta fue un 'Boeing 717' de la aerolínea Volotea, que cuenta desde marzo con una infraestructura permanente en Bilbao, ya que es una de sus bases. Dispone, por ejemplo, de mecánico especialista. Por este motivo y por protocolo de seguridad, la aeronave dio la vuelta cuando sobrevolaba Pamplona para someterse a una verificación. El piloto había notificado que la posible colisión se había producido con el tren de aterrizaje delantero, una parte peliaguda del aparato.
«No ha sido nada. Se ha obrado así porque la seguridad del pasaje siempre es lo primero», comentó un portavoz de la compañía, que reconoció que, a raíz de los incidentes con los buitres, «los pilotos están muy atentos a este tipo de cosas;en realidad siempre lo están, pero ahora especialmente».
Los 'bird strike' no son nada fuera de lo común en un aeropuerto como el de Loiu. Suceden a diario. La mayoría de las veces responden a choques con pájaros pequeños. Lo que sí se ha identificado como un potencial riesgo son los buitres. Ahora mismo se está a la espera de una reunión entre la Diputación y el aeropuerto para dar una respuesta a los últimos incidentes.
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