El cierre del Ensanche, que afronta dos años de obras, llena los parkings próximos

Las obras para construir el nuevo parking del Ensanche se prolongarán durante más de dos años y el objetivo es ganar dos plantas y pasar de las 351 plazas que hay ahora a las 549. Era frecuente que la instalación se llenase porque su ubicación es muy estratégica. ¿A dónde se han ido esos 351 coches que solían estar ahí? Como era previsible, durante buena parte de la jornada los estacionamientos más cercanos han estado llenos: el de Pío Baroja, el Instituto, la Alhóndiga e Indautxu. Fuentes de todos ellos han confirmado que el día fue muy movido «y eso que no ha llovido». Se refieren a que cuando el tiempo no es bueno la gente saca más el coche y hay más lío, así dentro de lo que cabe el primer día sin el estacionamiento del Ensanche se dieron las circunstancias propicias para que todo discurriese tranquilo.

La buena noticia es que hay colchón para absorber a los vehículos aunque sea algo más lejos. Por ejemplo, en el parking de la estación Intermodal. El director de este equipamiento, Alejandro Pereiro, asegura que sus números este lunes han sido similares a los del anterior, con unas cien plazas libres de manera recurrente. Sin embargo, su previsión es que «nos va a acabar llegando más gente» por la razón ya avanzada antes: el radio de búsqueda por parte de los conductores se irá ampliando a medida que resulte más difícil estacionar en el centro. Lo mismo ocurrirá, previsiblemente, en equipamientos como el del Arenal, Plaza Euskadi o Zabalburu.

En cualquier caso, esta primera jornada con el parking del Ensanche cerrado no ha provocado afecciones al tráfico significativas, según aseguran fuentes municipales. Es decir, la circulación por el centro ha sido similar a la de cualquier otro día.