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Smith&Smith, unos de los emblemas del comercio vizcaíno y el referente más 'british' de la moda masculina, baja la persiana tras 47 años de actividad. El negocio del carismático empresario Julio Alegría cerrará sus dos tiendas a finales de enero, posiblemente el día 31. ... Bilbao y Getxo se quedarán sin uno de los principales referentes de moda durante las últimas cuatro décadas.
Los nuevos hábitos de consumo y las dificultades económicas que golpean con cada vez mayor crudeza a las tiendas pequeñas de corte familiar han forzado la decisión. También ha influido sobremanera el estado de salud de Julio Alegría, de 76 años, aquejado de problemas de corazón y espalda, que le han obligado a ser intervenido en varias ocasiones. «Tras darle mil vueltas pero con el jefe fastidiado y una suma de varias cosas, cerramos con mucha pena esta etapa de nuestra vida», lamenta Carla Alegría, una de sus hijas, a este periódico. «Cerramos las puertas de Smith&Smith, pero nos vamos con la felicidad de haber vestido a varias generaciones de muchas familias. Hemos sufrido cuando llovía en las bodas, nos hemos sentido felices cuando volvéis simplemente a decir que tenéis una prenda nuestra supercómoda y os hemos deseado suerte y cruzado los dedos cuando venís a por una corbata especial porque tenéis un día importante en el trabajo. De todo eso somos parte y nos emociona», apostilla su hermana, Alejandra, que agradece la respuesta que siempre han recibido de sus clientes.
Ambas han pilotado el negocio familiar durante los últimos años. «Estamos orgullosas de haber sido parte activa social de nuestra villa, que a gala hemos llevado siempre, incluso cuando no era fácil. Pero Smith&Smith no puede existir sin Julito. Ha decidido darse un merecido descanso, después de un par de años muy complicados. Le toca bajar el pistón», confiesan.
Carla y Alejandra reconocen que el sector ha cambiado de forma relevante ante el avance de los gigantes del sector y que ahora mismo «no se vende mucho». Pero no lo limitan únicamente a la capital vizcaína. «Vas a Londres, Milán y París, donde cerró hasta la mítica Colette, y ya no quedan tiendas. En todas las grandes ciudades pasa lo mismo», explican. Pese encontrarse a escasos metros de la 'milla de oro' bilbaína, asumen que la calle Telesforo Aranzadi había «tenido épocas mejores». «Últimamente comienza a mostrar signos de importante recuperación, pero durante bastante tiempo no era muy buena comercialmente», admiten.
Julio Alegría, que ha trabajado toda la vida codo con codo con su mujer, Mariapi Alza, ha mostrado un espíritu infatigable a lo largo de su carrera. Del mismo modo que descubrió a Bilbao grandes firmas italianas y británicas –Armani Jeans, Links of London, Moschino o Valentino–, hace años se embarcó, sin éxito, en la apertura de una nueva tienda en Marqués del Puerto. Abrió su firma al público femenino e infantil, al tiempo que se entregó a la sastrería a medida de lujo. Fue pionero también en implantar el servicio de alquiler de esmóquines y chaqués. Por no hablar de la Copa Julio Alegría de Pádel, con más de dos décadas de solera y que ha traído a los mejores profesionales del mundo.
El pasado enero el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad le distinguió con una mención honorífica en la categoría de mejores pequeños comercios de España. Hombre de negocios, Alegría ha sabido combinar el espíritu empresarial y popular como nadie. Puso de moda los nikis tonos flúor de cuellos altos como signo de pijerío local e hizo de sus fiestas y felicitaciones navideñas un sello de identidad. Alegría es el vizcaíno que posiblemente más veces se ha disfrazado en esta vida.
Sus hijas le tienen como ejemplo y modelo de «una forma de trabajo», cada vez más condenada a la extinción en el fragor de estos tiempos digitales. Por eso recuerdan que, «una vez tomada la decisión, hay que saber pasar página». Tienen grabada una frase de su progenitor: «El buen comerciante sabe cuándo tiene que cerrar». Ellas han mantenido vivo el pensamiento paterno, pese a la tristeza que les provoca los cientos de correos electrónicos recibidos en apenas dos días desde que comunicaran la noticia a sus clientes más fieles a través de WhatsApp. «Hasta el último día seguiremos dando el mismo servicio de siempre», afirman. Serán las últimas navidades de Smith&Smith desde 1971.
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