E. c.

Cierra el Brass 27 de Pozas, uno de los precursores del 'brunch' en Bilbao

De estilo nórdico, el local de las pequeñas mesas de madera popularizó también las patatas bravas

Viernes, 3 de marzo 2023, 16:02

El Brass 27, uno de los locales de hostelería más populares de Indautxu, baja la persiana. El establecimiento de Licenciado Poza, con aires nórdicos, grandes fotos en blanco y negro, las paredes claras, las pequeñas mesas de madera y plagado a casi todas horas de ... jóvenes, ha puesto punto y final a su exitosa carrera. De forma inesperada, ha cerrado las puertas tras anunciar en las redes sociales el tan temido 'cerrado permanentemente'. Esta clausura se suma a la de otros referentes que de la noche a la maña dejó de alimentar su excelente barra: el Colmado Ibérico de Alameda de Urquijo.

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El Brass 27 ganó una gran fama por su 'brunch'. Fue uno de los primeros de la ciudad en patentar un modelo imperante desde hace muchos años en las principales capitales europeas. Basó el éxito de su fórmula en la variedad y la relación calidad-precio (18 euros) de su oferta.

Servía los 'brunch' los sábados y domingos. Tal era la cantidad de gente que atraía que era imprescindible reservar con una o dos semanas de antelación, sobre todo los domingos, cuando se ponía hasta arriba.

Un plato de huevos con bacon acompañado de un zumo natural y café. Sí. Pero había mucho más, a juicio de los clientes: panes con tomate rallado, tostas de aguacate, dulces caseros, tabla de quesos y embutidos, quiches vegetarianos, quesadillas, yogures… ¡Y hasta un cóctel bloody mary!, recuerdan algunos de sus fieles seguidores.

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Todo hecho en casa, en plan casero. Los dulces ocupaban un gran protagonismo. No faltaban los brownies ni las tartas de zanahorias. Disponía de opciones vegetarianas y veganas para captar a todo tipo de públicos. Un restaurante informal, en definitiva, que lo mismo servía para desayunar, comer y cenar o simplemente tomar unos pintxos.

Ah, en una ciudad poco bravera, hizo carrera con las patatas bravas al estilo 'Brass', ligeramente picantes. A ojos de los clientes parecían pequeños trozos de tortilla de patata. Tenían su público, pero el público bilbaíno (y de fuera, porque atraía a muchos turistas) se queda sin una de las piezas más desenfadadas de un Indautxu donde la hostelería tiene una primacía absoluta sobre el resto de sectores comerciales.

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