¿Por qué cierran tantos bares en Bilbao? El Collin's, desde 1929, también dice adiós

«Se nos ha ido un trocito de historia de Bilbao y de nuestra vida». Así se refería uno de los fieles del Collin's. «No volverá a deleitarnos con el mejor café de Bilbao y con un ambiente setentero y familiar que nos acercaba a otros tiempos. Aquel Bilbao de bilbaínos. De cafés y bares elegantes. Echaremos de menos a Ángel y señora, y a todos con cuantos coincidíamos y nos saludábamos familiarmente cada día. Un abrazo enorme y agradecimiento por este tiempo compartido».

En las redes sociales no han sido pocos los que comparaban a este local con el televisivo bar de 'Cheers'. «El tiempo suele poner las cosas en su sitio. Pasarán años y algunos bilbaínos afortunados que hemos conocido el Collin's lo recordaremos como el mejor café de nuestra vida. La visita a este templo, que mantiene una esencia setentera auténtica, es indispensable para propios y foráneos», recordaban. «Es un lugar increíble pues el tiempo parece haberse detenido. Dirigido por un profesional amable y con muchos años tras la barra. Indispensable», subrayaban.

Collin's ofrecía también los mejores desayunos. «Hizo fama con sus tortillas, bocadillos, café con leche: todo perfecto». Tampoco faltaron algunas críticas, sin las cuales los bares no serían lo que son. «Es un poco antiguo y desde fuera, aunque es un sitio de paso, no resulta atractivo, pero es verdad que sirven un café muy bueno».

El oficio del barman. Hablar de Ángel son palabras mayores. Sin duda, uno de los mejores profesionales de Bilbao, que se desenvolvía como pez en el agua en un establecimiento con forma de cuña y vistas protegidas por unas cristalera vidrieras que le hacía totalmente diferente. Se convirtió en un referente también para más de un turista despistado. «Teníamos el desayuno aquí la mayoría de las mañanas en Bilbao. Nadie en Bilbao hace café así como aquí. El chico detrás del mostrador era muy simpático y tolerante con mis intentos de hablar español. Gracias», escríbía hace cuatro años Michael Mallow.

Nadie salía defraudado de este establecimiento de Hurtado de Amézaga. «Uno de los mejores recuerdos de una semana en Bilbao. Volveremos», prometían otros. Pero ya nadie más podrá volver al Collin's.