El cardenal Omella, la figura en la sombra que ha activado el caso

El rector del seminario de sigüenza-Gaudalajara, José Luis Perucha, que actuará de notario del tribunal, es el secretario personal de monseñor Atilano, obispo de Sigüenza y amigo íntimo del actual arzobispo de Barcelona desde casi el seminario.

Cuando estalló el caso, los Cuatrecasas recurrieron a Omella, entonces obispo de Calahorra -tierra con la que la familia tiene fuertes vínculos y de hecho residen en esa comunidad-, que se implicó personalmente en el proceso. Por eso, según fuentes informadas, recibió de mal grado la decisión del Vaticano de cerrar la primera investigación tras el trabajo realizado por los enviados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, a los que siempre se acusó de velar más por los intereses del Opus Dei que por buscar la verdad.

Omella llegó a trasladar su malestar a Roma y ahora, ya como máximo responsable de la Conferencia Episcopal, ha querido sacarse aquella espina que tenía clavada y ha sido el artífice de reactivar el caso y supervisar el procedimiento.

En el Vaticano también interpretan que la reapertura del 'caso Gaztelueta' es un nuevo toque de atención del Papa al Opus Dei, prelatura que siempre había disfrutado de mucha autonomía dentro de la Iglesia pero que el jesuita Bergoglio ha 'intervenido' recientemente para controlar mucho más de cerca toda su actividad.