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Un maniquí sentado en una silla de plástico al que le han puesto una camiseta y unas pegatinas para endurecer su expresión es hoy la ... única seguridad del lujoso hotel del campo de golf de 9 hoyos de Artxanda. Desde lejos parece una persona, pero basta acercarse un poco para comprobar que se trata sólo de un muñeco. Y sólo hace falta echar un vistazo por la zona para darse cuenta de que tampoco cumple mucho con su cometido. A su alrededor prácticamente todo está saqueado: ventanas, tuberías, cables, techos, paredes...
El hotel de 4 estrellas y 51 habitaciones, construido a principios de la década de los 2000, es hoy una mina para los saqueadores, que arramplan con todo lo que pueda tener algo de valor. La pasada semana volvió a ocurrir. Varios individuos llegaron con un camión y estuvieron horas llevándose cobre, tuberías, azulejos... Lo único que se ha podido salvar de aquel macroproyecto fue el campo y la escuela de golf. Pero no de la forma inicialmente prevista. El campo de juego desapareció y es hoy una gran plantación de kiwis, que crecen entre dos lagos. La escuela y las instalaciones generales se han reconvertido en una cancha de airsoft, un juego de simulación militar, que dirige la empresa Soldados de Juguete.
Bilbao Golf fue una inversión en la que no se escatimó en gastos. Estaba ubicado en las laderas de Artxanda, en el barrio Legina del municipio de Larrabetzu, cerca del asador Horma Ondo. Era la época del 'boom' del ladrillo y todo se hizo a lo grande: un precioso campo de juego con dos lagos diseñado por José María Olazabal, en el que se invirtieron unos 13 millones de euros. También había una zona de prácticas de dos pisos -más grande que los que hay en la mayoría de los grandes clubes- y unas instalaciones generales que costaron en torno a 1,5 millones. La guinda del pastel era un hotel de 4 estrellas y 51 habitaciones repartidas en cuatro edificios, tres de ellos interconectados, con más de 7.200 metros construidos. Costó unos 9 millones. Tenía un gran bar-restaurante y parking interior. Las paredes de los baños eran de mármol. También estaba proyectado un enorme spa y una piscina climatizada. En su momento, el campo de 9 hoyos estuvo asociado al de 18. La idea, en definitiva, era crear una infraestructura de primer nivel, a apenas 15 minutos de Bilbao, y convertirla en una referencia de este deporte en el norte de España.
La realidad es que el proyecto nunca llegó a funcionar y fue un completo fracaso desde el primer momento. Un amplio grupo de personas y ahorradores invirtieron allí importantes sumas de dinero. Cantidades que no consiguieron recuperar. El problema principal -explican fuentes conocedoras de la gestión- fue que nunca se realizó un estudio serio de viabilidad. Y los números no cuadraban. Hubo varios intentos por reflotar Bilbao Golf. El abogado Juan de Lecea trató de reactivar el proyecto después de que los promotores quebraran y le dejasen una importante deuda. Pero tampoco pudo soslayar el concurso de acreedores.
Tres entidades bancarias se repartieron las instalaciones. Durante un tiempo un grupo de socios se unió para mantener en buen estado el campo de golf mientras se decidía qué hacer. Sólo pagaban un abono de 50 euros al mes, que les daba derecho a jugar todos los partidos que quisieran. Intentaron comprar el recinto, pero les pedían demasiado dinero. El banco solicitó 750.000 euros por las instalaciones, pero los 130 socios únicamente estaban dispuestos a abonar hasta 250.000. Con Bilbao Golf ya clausurado incluso llegó a aparecer un inversor que planteó convertir el edificio en un club de alterne.
Ya no queda nada de aquella iniciativa. Sólo algún cartel recuerda que allí se construyó un campo de golf. En torno al año 2020 la entidad financiera propietaria del hotel retiró la seguridad privada y, al cabo de un tiempo, empezaron los saqueos, que continúan a día de hoy. El estado del inmueble no hace más que empeorar y, además, se antoja complicado encontrar una solución que permita reflotarlo, explican las mismas fuentes.
Uno de los problemas principales es que, debido a su ubicación en terreno rural, en principio no se le puede dar un uso residencial. Su visto bueno inicial estuvo vinculado a la actividad deportiva. Otro grave problema es que su rehabilitación requeriría una inversión millonaria. El Ayuntamiento de Larrabetzu, preguntado por el estado de las instalaciones, no ha querido realizar comentarios.
El hotel aparece a la venta en diversos portales inmobiliarios. En algunos su precio se sitúa en unos 700.000 euros. En otros está tasado en menos de 520.000. Las fotos que aparecen en las páginas web son de hace varios años, cuando las instalaciones se encontraban en buen estado, nada que ver con la realidad actual. En algunos portales inmobiliarios siguen haciendo referencia al campo de golf que ya no existe e insisten en las «impresionantes vistas» de las instalaciones. Estas páginas sólo indican que el hotel «no está finalizado». Otros portales sí reconocen que «no se concederá licencia para ninguna actividad relacionada con el hospedaje» y que sólo se contempla permisos de actividad para negocios «que entren dentro de la figura de interés social».
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