Cambios en el tamaño de los peces por el calor del mar

El experto explica que la temperatura motiva el crecimiento inicial de la especie pero reduce la fisonomía corporal cuando el ejemplar es ya adulto. Es decir, el calor hace que el tamaño del pez no avance a la misma velocidad que la edad. De hecho aseguran que ya se están «experimentando cambios significativos a escala global que requieren de una atención especial».

Junto a las modificaciones en el volumen de los ejemplares que habitan en aguas vizcaínas, el cambio climático podría también alterar los flujos migratorios de las principales especies pesqueras de la zona. Entre ellas destacan la anchoa y el atún, «dos pilares de la economía de la pesca en el País Vasco». El problema está en que estos avancen hacia zonas más frías del Cantábrico y afecten de forma negativa al sector. Los estudios elaborados por Azti también recalcan que el aumento de la temperatura del mar y otro tipo de variables oceanográficas pueden conllevar «incrementos en la densidad de los huevos de anchoa, asi como alteraciones en su área de puesta».

En el caso del bonito, los expertos de Azti confirman que «se espera un ligero adelantamiento de la costera, sobre todo para el inicio de la temporada de pesca, al mismo tiempo que un desplazamiento del hábitat hacia el norte». Los datos que el centro de investigación recogió de las costeras entre 1981 y 2017 mostraron un cierto avance de la llegada de peces juveniles que se asociaron a los efectos del cambio climático en el litoral.