Tomar un café se convierte en un lujo en el aeropuerto

Lagardère ha inaugurado un nuevo establecimiento en Llegadas. Le ha puesto un nombre muy bilbaíno: 'Terrazas de Albia'. Es un espacio luminoso, al lado de los ventanales que dan a la parada de taxis. Allí se vende el café con leche a 2,50 euros. Pero el importe se dispara si el pasajero sube las escaleras y acude a 'La Manon', que es el mismo local que el antiguo 'SantaGloria', sometido a un pequeño lavado de cara.

En este punto, este redactor pide un café con leche. 'A secas', porque en la carta hay varios tipos de café. Se lo sirven en un vaso de papel mediano. La cantidad es tirando a generosa. La factura asciende a 3,40 euros. En el listado de precios (un folio plastificado que se encuentra en una esquina del establecimiento) el periodista se ha fijado que el importe del café con leche 'a secas' era de 2,50 euros. Protesta.

Llega otro camarero. Dice que el estadillo con el importe de los productos está mal. «Es un error». Se presenta la encargada y asegura que 2,50 se cobra a los empleados del aeródromo, «que tienen descuento». El precio final es de 3,40 euros. Lo mismo que se le cobra a varios clientes que pasan detrás del periodista. Algunos no se dan cuenta, pero otros como Jorge Barreiro, un ingeniero asturiano que es habitual de Loiu, no para de mirar el ticket. «Vuelo mucho a Alemania; como tres o cuatro veces al mes, y hoy sí me he percatado de que no valía lo de siempre. Es carísimo, ni en el centro de Bilbao...», se quejaba.

En el piso de abajo, de nuevo en Llegadas, el pintxo de tortilla vale 4,95. Hace cuatro días, el importe era de 4,35. El empleado que atiende la barra dice que no hay listado de precios (algo irregular, porque la ley obliga a que esté a la vista en todos los establecimientos públicos). «Es que acabamos de empezar», se excusa.

Lagardère no accedió a aclarar a este periódico su política de precios. Respondió un primer correo solicitando más información sobre el reportaje pero ya no hubo una segunda contestación. Fuentes aeroportuarias, por su parte, apuntaron una posible explicación: quizás «se esté promocionando» el ca fé de 3,40 euros, que es algo más grande que el de 2,50 euros (260 mililitros frente a 240), aunque tampoco se descarta que todo se deba a «un desajuste inicial» del servicio. Estas mismas fuentes precisaron que los empleados de Aena tienen un 30% (los de las contratas pagan la totalidad) de descuento en dos de las cafeterías ('Terrazas de Albia' y 'La Donatella', en el lado aire).

Antes de la pandemia, el precio máximo del café y otros productos se podía limitar por parte de Aena. La empresa de capital público tenía la posibilidad de exigir a las empresas que no subieran más de cierta cantidad. Esto cambió en 2021, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo que puso patas arriba el modelo de la compañía. Fruto de la aplicación de esa resolución, por ejemplo, se dejaron de vender los botellines de agua a un euro (en Loiu se pueden encontrar ahora a 1,80 en las máquinas).

Lo que funciona actualmente en Loiu es un sistema de libre mercado, con la particularidad de que únicamente hay una empresa explotando todos los locales. Y esto es así porque Aena licitó los alquileres de varios aeropuertos del norte en un mismo y único 'megalote'. La subida de precios ha cogido fuera de juego a los trabajadores. La plantilla carece de cantina (se cerró con el covid y no ha reabierto) y las quejas estos días son unánimes. Fuentes sindicales no descartan convocar alguna protesta.