Buscan en Mundaka un galeón que naufragó hace 400 años
Investigación. ·
El arqueólogo subacuático José Luis Casabán recurre a sofisticados dispositivos para dar con el pecio del navío del siglo XVI, que yace bajo el fondo arenoso del paraíso del surf vizcaíno
Formaba parte de la serie de los navíos conocidos como 'Los doce apóstoles'; aquella 'cuadrilla' de majestuosos galeones que el rey Felipe II mandó construir para compensar las pérdidas sufridas en la fallida expedición de la Armada Invencible de 1588. Las cuadernas de su casco ... eran de madera de roble procedente de los bosques vizcaínos, contaba con una eslora de más de 36 metros y fue botado del astillero de Deusto bajo el nombre de 'San Bartolome'. El coloso navío contaba con tres enormes cubiertas y un puntal que sobresalía por encima de los seis metros de alto. En el momento de su trágico hundimiento cargaba con 28 cañones de bronce. Aunque su destino final ha estado envuelto en misterio durante siglos, todo apunta a que permanece enterrado bajo el lecho arenoso de la barra del municipio vizcaíno de Mundaka.
El arqueólogo subacuático José Luis Casabán, de hecho, se aventuró hace algo más de un lustro en la búsqueda de indicios que atestigüen la existencia del navío, de más de cuatro siglos de antigüedad, bajo las aguas poco profundas del ahora paraíso mundial del surf. En su misión, financiada a través de una beca universitaria, además de la ayuda y colaboración de la Diputación y el Ayuntamiento de Mundaka, le acompañan entre cuatro y siete profesionales, entre los que figura también el arqueólogo bilbaíno José Manuel Matés.
«De momento hemos realizado dos campañas en las que hemos llevado a cabo más de medio centenar de inmersiones con el fin de detectar el mayor número de anomalías que nos confirmen la existencia del barco en Mundaka», explica a EL CORREO este experto, que ha centrado su tesis doctoral en los galeones del siglo XVI. El equipo, además, no descarta armarse de nuevo de sus sofisticados dispositivos para proseguir con el perfilado del fondo «este mismo año».
En su misión, los investigadores enfrentan el desafío de obtener algún indicio que pueda revelar la verdad de aquella tragedia marítima. Las prospecciones subacuáticas llevadas a cabo hasta ahora implican la búsqueda y análisis «de bastantes anomalías que hemos obtenido de algún pecio» en la zona. Ahora hay que llevar a cabo su interpretación «para poder confirmar que de verdad se trata del 'San Bartolomé» ya que hay «otros naufragios en la misma área», aclara Casabán.
En sus próximas inmersiones que persiguen arrojar más luz a la «fascinante» historia marítima recurrirá a la utilización de aparataje más sofisticado, «que nos permitirá detectar estructuras enterradas por debajo de los dos metros bajo el sedimento arenoso». «Si pudiéramos acceder al casco, podríamos extraer un pequeño fragmento para su análisis, que nos proporcionaría información crucial sobre la madera, incluyendo su cronología, especie y origen. De esa manera podríamos confirmar si el pecio que yace bajo la barra de Mundaka corresponden al navío 'San Bartolomé'», matizó.
Sólo se salvaron 40 de los más de 400 tripulantes y los días siguientes al naufragio llegaron a la costa 280 cadáveres
Una historia «terrible»
Durante las anteriores prospecciones magnéticas y subacuáticas, los arqueólogos hallaron un ancla almirantazgo que han datado de manera provisional «hacia mediados del siglo XIX» y que, por tanto, nada tiene que ver con el navío que persiguen. «Aparecía semienterrada en el fondo y sólo eran visibles parte de la caña y uno de los brazos que sobresalía de la arena», señaló Casabán. «Tendrá una longitud aproximada de dos metros, en base a las dimensiones de la uña. Este tipo de ancla es una evolución de los diseños del siglo XVIII», aclara.
La historia del 'San Bartolomé' «fue terrible», asegura Casabán. «Fue objeto de una de las tragedias marítimas más importantes del País Vasco», señala este erudito, que a través de sus estudios ha puesto fin a las dudas históricas sobre el lugar del naufragio del galeón, de hace más de cuatro siglos, que se debatía entre las Islas Sorlingas, al sur de Inglaterra, y las aguas de Viveiro, en Lugo. «Los documentos lo ubican frente a la iglesia de Santa María», precisa tras dar con su localización en los documentos del Archivo de Simancas (Valladolid).
Con su monumental porte -alcanzaba las 900 toneladas- se le podría imaginar como un gigante entre las olas de vuelta a 'casa', pero el devenir del 'San Bartolomé', por el contrario, se tornó lleno de complicaciones. «Consiguió alcanzar Viveiro, donde desembarcaron los tripulantes heridos, pero otro inesperado temporal marítimo lo sacó de la ría y dos días después apareció a la deriva en aguas de Matxitxako», relata Casabán las horas previas a que las costillas y artillería del buque objeto de su expedición arqueológica acabaran sepultadas bajo las aguas poco profundas de Mundaka.
280 cadáveres
Los documentos consultados por el experto arrojan datos «terribles» sobre el naufragio del 'San Bartolomé' en la desembocadura de Urdaibai. «No llevaba anclas. Trataron de salir de Bermeo para engancharlo, pero resultó imposible por el temporal», cuenta. «Sólo una pinaza de Mundaka logró rescatar a 40 personas de los más de 400 tripulantes, entre marineros y soldados que iban a bordo», explicó. «Los días posteriores al naufragio se recuperaron 280 cadáveres que el mar arrastró hasta la costa, pero que se desconoce dónde podrían estar enterrados», se pregunta también el arqueólogo.
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