Buscamos la banda sonora de Bilbao. ¿Cuál es tu canción?

«Hay muchas canciones que asocio con Bilbao, por muchas razones y etapas vitales, pero al escribir estas líneas lo primero que me viene a la cabeza son algunos de aquellos temas que sonaban, y suenan, en el corazón de las txosnas en los días de Aste Nagusia. Zarama, Eskorbuto, La Polla, RIP, Platero y Tú, Mano Negra, Doctor Deseo, MCD... Y aunque es injusto decidirse por uno, diría que es precisamente 'Barrenkalle' la canción que me conecta directamente con los primeros pasos en la noche de Bilbao, y también con una etapa de adolescencia un tanto revuelta, pero bonita, en la que el Botxo fue cuna de 'primeras veces' y momentos inolvidables».

«Existen muchos 'Bilbaos', pero el mío, el emocional, el que forma parte de mi ADN, es el del Casco Viejo de muy finales de los 80 y principios de los 90, en mi adolescencia. Así que una banda sonora muy definitoria de ese momento y espacio es 'Barrenkalle' de MCD: una descripción costumbrista pasada por el filtro de aquel punk visceral y sin concesiones. Cada vez que la escucho puedo ver, escuchar, sentir todo aquel ambiente. Precisamente, la canción que da título al disco más reciente de SUPERALFA!, 'La Ciudad de Hierro', describe aquel Bilbao de la canción de MCD, pues esa es la visión que quedó para siempre en toda una generación, el de una ciudad dura, recia, deudora de su pasado industrial y con serios problemas sociales. Hoy es algo muy distinto, pero creo que todo aquello pervive en alguna parte de su (nuestro) corazón».

«Este tema de Gari es una melodía muy melancólica y bonita, con la letra de Jon Maia. Es una preciosa canción de amor hacia esta ciudad, que habla con muchísimo cariño del Bilbao de antes, del sucio y oscuro, del industrial, pero lleno de gente luchadora y llena de personalidad y alegre. Perfecta para la gente que amamos Bilbao antes y ahora».

«Escribo esto desde Nueva York, donde llevo 5 años, y Bilbao es un poco nuestra Nueva York, en pequeño. He elegido este tema de Gari, que es un cantante elegante y me gusta mucho lo que hace. Y lo asocio al Kafe Antzokia de Bilbao, a los conciertos allí, a la noche bilbaína, porque esta ciudad siempre ha tenido una noche muy bonita, ha vivido bastante de noche y quizá es algo que hemos perdido. Noches donde se hacían relaciones especiales y un poco surrealistas en un ambiente de amistad y de fiesta. Y luego elegiría también temas de Doctor Deseo, pioneros en los derechos LGTBIQ+, en mostrar toda la diversidad de la ciudad, de gentes, de entidades. Y también 'Mari Jaia', de Kepa Junquera, esa canción que ha calado tan hondo en los bilbaínos».

«Es la canción que más recuerdos me trae del Bilbao de mi infancia. Aquella época en la que me encantaba saltar en los charcos y jugar bajo la lluvia. Recuerdo que mi madre me ponía las katiuskas amarillas y una chamarra de lluvia, para volver a repetir todos los días durante varios meses seguidos. Así que ya con 20 años, cuando salió el disco 'Tan cerca del cielo' me quedé enganchado a ese toque tan rockero de los 80, y a esas canciones dedicadas a la lluvia de Bilbao, a la chica del batzoki, y la vida nocturna. En aquella época había muchas cosas 'muy de Bilbao', como los txikiteros cantando bilbainadas, pedir agua de Bilbao en un bar, y el sirimiri. Y una de esas cosas muy de Bilbao eran Doctor Deseo. También hay muchas otras canciones y grupos que para mí son parte indivisible de Bilbao. Desde Mocedades hasta MCD, pasando por la pelicula de Bigas Luna, y el teatro de Bertolt Brecht. Pero yo me quedo con Doctor Deseo y mis katiuskas amarillas. Cosas de la infancia...»

«Esta canción me retrotrae a mis años adolescentes, en casa, lloviendo, medio aburrido y escuchándola en el casete, cuando empezabas a ser consciente de lo que es la ciudad, sus bares, sus zonas, su escena musical y sus muchas historias… Pues esa canción estaba en una de mis primeras cintas, aparte de todo lo de Led Zeppelin y muchas cosas más, pero es un tema que habla de lluvia, del Bilbao gris, de finales de los 80, y tengo con él mucha relación».

«Mi niñez y primeras tomas de conciencia sobre Bilbao están fuertemente ligadas a la cinta de Mocedades que llevaba mi padre en el coche. Años y años escuchándola mientras yo, sentada detrás, miraba por la ventanilla encadenando calles, edificios, colores y texturas. Escucho 'Amor de hombre' y me encojo de nostalgia aunque entonces todo fuese más gris y sucio. Tengo que añadir que durante muchos años he vivido fuera y cada vez que en un bar o fiesta sonaba Eskorbuto era lo más parecido a escuchar el himno de tu tierra, más bien el anti-himno, pero igual de emocionante».

«'Herdoilarena' es un poema de Bernardo Atxaga incluido en 'Etiopía' (1978), convertido muy pronto en memorable canción por Ruper Ordorika para su primer álbum, 'Hautsi da anphora', de 1980. Recuerdo cuando mi padre trajo el disco a casa, con aquella extraordinaria portada de una tan caótica como moderna ciudad diseñada por Juan Carlos Eguillor. Difícil reunir tanto talento en la ópera prima de una generación extraordinaria. Lo cierto es que ni la carátula ni el poema citan a Bilbao, pero no podemos dejar de reconocer en la acústica canción la herrumbrosa y decadente ciudad que los inspira, la que latía agónica en las riberas de la ría, entre puente y puente, en sus postrimerías. 'Con la tristeza de la herrumbre, en otoño el techo de la ciudad es un bosque de nubes donde vive la oscilante agonía de la luna…'. Recuerda, sin duda, a Gabriel Aresti, pero también al 'voyeur' del 'Puente de Burceña' de Arteta».

«Esa canción me recuerda especialmente a Bilbao porque la he escuchado en mi casa desde que nací, es del 84. La he tarareado desde que era una 'moco' y sin saber que iba a acabar cantándola con mi padre en el escenario. Por eso le tengo especial cariño, me recuerda a mis raíces, al momento en que escuché el primer acorde... Y sin quererlo acabé años más tarde en la música... ¡y con mi padre!».

«Aunque tiré por el punk, me gustan otros estilos, y elijo esta canción de Oskorri porque me recuerda muchísimo a esta ciudad, sonaba en todas las fiestas, y Oskorri es un grupo muy de Bilbao. También podría decir cualquiera de Doctor Deseo, como la de 'Corazón de Tango' y citar a grupos de los años 70 como La zanahoria eléctrica, cuando había muy pocas bandas de rock en esta ciudad».

«Siempre he vinculado esa canción a Bilbao. Yo soy muy barero, viendo los bares como centros donde escuchar buena música, y si ésta no me gusta me puede echar del bar... Locales pequeños de rock and roll, con serrín, pegatinas en los baños, oscuridad, el botellín de cerveza, los fines de semana llenos de tribus urbanas, de rockeros... Sitios como el Gure Txoko, el Azzurro, el Shelter de Iturribide con su futbolín, Las Ruedas, en esa misma calle. Y esta canción me recuerda mucho al Umore Ona, donde podías ver a la gente de los Flying Rebollos y de Platero bebiendo, donde siempre ibas a acabar la noche del sábado. Bares como La Terraza de Portu, el Tubo en Barakaldo, Billares en Romo… lugares con buena selección musical. Pues eso, 'En el bar'».

«Bilbao ha dado bastante materia musical. Probablemente la primera que a muchos nos viene a la cabeza es la casi centenaria de Bertolt Brecht y Kurt Weill, la más universal de todas, si bien a los que venimos por generación del rock y el pop, nuestras 'bilbainadas' de referencia y memoria puedan ser canciones explícitas de Doctor Deseo, Yo Soy Julio César o Santiago Delgado, que es el auténtico cronista musical de la Villa, nuestro Jonathan Richman. Pero voy a elegir una de Tulsa de 2017, titulada simplemente 'Bilbao', del LP 'Centauros'. En ella, Miren Iza, que nació en Hondarribia, creció en Getxo y se fue a trabajar a Madrid, habla de Bilbao como de esa ciudad a la que siempre vuelve, que casi ya no reconoce, y a la que trata como a una vieja amiga. «Te conocí sucia de polvo. Te conocí sucia de sangre. Ahora brillas más que nadie. Riendo dices que no recuerdas mi nombre... Yo también he cambiado. Fue sin querer, no buscado. Subo corriendo a un tejado. Para ver la ría de acero plateado. El puente verde de los enamorados. Y tu Ford Fiesta gris, mal aparcado. Yo también he cambiado. Fue sin querer, no buscado. Por favor no me eches a un lado«. Aparte de que Tulsa sea una artista y letrista estupenda, su música no es nada obvia, y esa preciosa canción, que se desarrolla y crece como en una especie de nebulosa añorante y de ensueño, me hace reflexionar y recordar que yo también podría haber sido ella, si cuando con 18 o 19 años mi 'fuga' a Londres no hubiese sido abortada por el Servicio de Inmigración de Heatrow. De no ser por ese pequeño detalle del destino, Bilbao se habría convertido en mi refugio de infancia y pubertad, al que necesitaría visitar, revisitar y reconocer como a una madre lejana».

«La banda sonora de un Bilbao sucio y lumpen que ya no existe, o quizá sí pero de otro modo, con otros detalles. Barrencalle a finales de los 70. 'Angie', de los Rolling Stones, sonando en la máquina de discos, la rockola, del diminuto bar Ebro regentado por la deslenguada Julia».