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Ya han atracado en Getxo los dos buques de la Marina Militar italiana que se han visto obligados a hacer una «escala forzosa» en la localidad vizcaína después de que una borrasca les impidiera entrar en La Coruña, su destino final. Se trata del buque ... anfibio San Giorgio y el portaviones Garibaldi. Con una capacidad de tripulación de unos 800 marineros, estos impresionantes barcos han comenzado a aparecer pasadas las 9.30 horas en los muelles que el Puerto de Bilbao tiene en Getxo y se quedarán «hasta el domingo» . Patrullas de la Guardia Civil, Policía Nacional y de la Policía Local han organizado un operativo para garantizar la seguridad.
El primero en entrar ha sido el portaviones, mientras que el buque anfibio, cargado de vehículos militares, se ha hecho esperar hasta pasadas las 10.45 horas. Las maniobras de atraque se han llevado sin mayor problema y según ha podido saber este periódico, se espera que la tripulación desembarque y visite la localidad de Getxo e incluso las poblaciones aledañas.
El tiempo desapacible no ha repetido las estampas de otras ocasiones, cuando los accesos al Puerto Deportivo se han llegado a colapsar por la presencia de barcos de la armada española, pero todavía así, decenas de curiosos, paraguas en mano, han aprovechado la mañana de este sábado para contemplarlos. Aitor Ansotegi ha llegado pasadas las diez de la mañana desde Bilbao acompañado de sus hijos, a quienes les iba explicando las peculiaridades de cada barco. «Lo he mirado en los libros, es antiguo pero está muy bien, es un buque insignia de la Marina», comentaba. «Hemos venido siempre a ver los que se podían visitar, aunque esta vez no hay esa suerte. Cuando vino el buque Juan Carlos I estuvimos dos horas en la cola, ¡pero valió la pena!», sentenciaba.
Desde Leioa se ha acercado José Luis Martín, un amante de las embarcaciones. «Lo he oído en la radio y he venido por curiosidad, aunque decían que es un portaaviones y esto es más bien una fragata, lleva helicópteros», puntualizaba. Todavía así, no le ha decepcionado. «Iba para casa y he aprovechado porque me gustan», comentaba.
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El buque anfibio pertenece a la denominada clase San Giorgio, una serie de barcos de asalto de la Marina italiana construidos por la empresa Ficantieri en los astilleros de Riva Trigoso entre 1985 y 1993. Todos ellos tienen su base en la costa adriática y entre sus misiones destaca la del desembarco de tropas, aunque también se utilizan para desarrollar operaciones de ayuda humanitaria, protección civil o intervenciones en desastres naturales. Con 133 metros de eslora puede transportar más de 330 marineros, 34 vehículos, lanchas e incluso barcas para desembarcar los automóviles.
La segunda embarcación, que toma el nombre del famoso militar italiano Giussepe Garibaldi, fue el buque insignia de la Marina italiana y es el más antiguo de los dos con los que cuenta el país. El portaaviones entró en servicio en 1985, tiene una longitud de cubierta de vuelo de unos 180 metros y una capacidad de tripulación de 550 personas. Está especializado en la guerra antisubmarina y cuenta con seis espacios marcados de la cubierta para las operaciones de helicóptero. En cuanto al armamento, dispone entre otras cosas de ocho misiles lanzadores y dos lanzatorpedos.
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