Bizkaia lanza un plan de apoyo a los baserritarras: reducciones fiscales y bonificación en la factura del agua

«Bizkaia necesita a sus agricultores y ganaderos. Son fundamentales porque mantienen la cohesión territorial y generan actividad económica. Y el sector necesita a la sociedad porque presenta muchas dificultades como la falta de suelo, falta de relevo o la escasa rentabilidad de explotaciones que requieren inversiones muy elevadas y que tienen márgenes de beneficio muy ajustados», ha apuntado la diputada general, Elixabete Etxanobe, durante la presentación del proyecto, denominado 'Suspertze Plana', junto a representantes de sindicatos y agrupaciones agrarias.

Así, la institución se ha comprometido a mantener toda la legislatura las ventajas fiscales de las que disfruta el sector desde que estallara la guerra de Ucrania y además, bonificará en un 50% la tasa de agua a todas las explotaciones ganaderas merced a un acuerdo con el Consorcio de Aguas. Según fuentes del sector, la factura de una granja de 70 vacas lecheras ronda los 12.000 euros anuales, por lo que supone un importante incentivo a la hora de seguir o iniciar una actividad de este tipo.

La Diputación también pondrá el foco en el «principal reto» al que se enfrenta el mundo rural. El departamento de Medio Natural y Agricultura realizará un estudio de necesidades y abrirá un banco de explotaciones para incorporar a gente joven a las mismas. Intermediará para que los caseríos no se queden vacíos. «La edad media de los baserritarras es de 58 años y nos preocupa qué va a a venir después», ha asegurado la diputada Arantza Atutxa.

Asimismo, habrá más ayudas para modernizar los caseríos y contratar sustitutos durante los permisos de maternidad y de lactancia. Las baserritarras podrán disponer de un ayudante durante los cinco meses posteriores al parto y no solo durante unos días como hasta ahora. Y se pondrán en marcha otras medidas sin coste económico pero muy demandadas por los profesionales, como la simplificación de trámites administrativos o la eliminación de la cita previa obligatoria en el servicio Gertu.

El plan recoge que el territorio debe impulsar el modelo de ganadería extensiva. Para que los animales puedan pastar libremente se incrementará la superficie de monte público destinada a pastos en detrimento de los usos forestales. También se faciltará el «pastoreo virtual» (mediante un collar que se les pone a los animales, que les dirige a la parcela en la que deben estar) para evitar los cercos y las vallas, que además de requerir una importante inversión ejercen de barrera para muchas especies. Se creará una comisión interdepartamental para coordinar el aprovechamiento de los montes de utilidad pública y se incrementará el apoyo a la Asociación de Forestalistas para evitar el abandono de los montes y facilitar la repoblación de parcelas, preferiblemente con especies autóctonas. Además, se implantará un plan de quemas controladas para prevenir incendios y mejorar la gestión de pastos.

Por otro lado, se incrementará el apoyo a los viñedos, muy vulnerables al cambio climático, para facilitar la hibridación de especies y que éstas sean más resistentes a las temperaturas que se avecinan. También se incluyen en el plan otras cuestiones de vital interés para el primer sector. Así, se ayudará en una mayor medida la vigilancia de la salud animal mediante más ayudas para la contratación de personal veterinario y para realizar controles sanitarios, pruebas diagnósticas, análisis de laboratorio u otras medidas de detección de enfermedades. La Diputación también se ha comprometido a apoyar a los baserritarras que sufren cuantiosos daños por intrusiones de corzos o jabalíes, mediante la reducción de la fauna cinegética. El área de Ganadería seguirá controlando estas especies y pretende reducir su número. Ya existe, además, una partida de ayudas para sufragar los daños que estos bichos producen en los caseríos.