Bizkaia duplicará su capacidad de gestionar envases hasta las 40.000 toneladas al año

En 1999, la Diputación, a través de la sociedad foral Garbiker, se alió con la empresa alemana Trienekens y puso en marcha la planta BZB o Bizkaiko Zabor Berziklategia de Amorebieta para clasificar los envases recogidos en el contenedor amarillo. Allí se tratan cada año 21.500 toneladas depositadas en los cerca de 6.100 recipientes que jalonan el territorio y procedentes de la TMB de Artigas. Aun así, se pretende incrementar la recogida de estos materiales y facilitar su regreso al mercado. Por eso, la sociedad BZB invertirá 17 millones en aumentar hasta las 40.000 toneladas anuales la capacidad de la planta. La sociedad de capital público- privado afrontará la obra con fondos propios, un préstamo y una aportación de Ecoembes.

Además, se hilará más fino y se incrementarán de 7 a 10 los tipos de materiales que se clasifican y que después se utilizan como materia prima. Se hará una división más precisa. Ahora, el material se separa en plástico mezcla, PET, film, polietileno de alta densidad, brik, materiales férricos como latas de conserva y aluminio. Tras la obra, el PET se dividirá en botellas y bandejas y el plástico mezcla en polipropileno y poliestireno. Se clasificarán también mejor los residuos de film; se separará el polietileno de las bolsas de supermercado del resto de envoltorios.

«La mejora de la calidad y especialidad de los materiales clasificados resultará en un producto final más valioso. Además, dotaremos a nuestro territorio de herramientas de vanguardia para una gestión eficiente y sostenible de los residuos», ha declarado la diputada general, Elixabete Etxanobe, durante una visita a la planta de Amorebieta.

Las obras arrancarán a finales de este año y durarán doce meses. Se invertirá en la adecuación de unas instalaciones de 4.500 metros cuadrados ahora baldías y en un proceso automatizado para seleccionar los envases con sistemas de última generación. Actualmente, la planta ya cuenta con lectores ópticos que los dividen. La plantilla, de unos 40 operarios, no se incrementará.

Después, el material se devolverá a Ecoembes, empresa formada por las productoras y envasadoras que gestiona los residuos del contenedor amarillo de toda España, donde funciona el SIG (sistema integrado de gestión), por el que cada consumidor paga un poco por cada envase para afrontar su recuperación. Por último, el material pasará a manos de empresas recicladoras. Las botellas suelen tener buena salida porque con ellas se obtienen fibras que se convierten en ropa, bolsos y hasta neumáticos.

Pero queda mucho trabajo por hacer en concienciación ciudadana. Joachim Domros, de la empresa alemana, expuso que cada vez hay más residuos de envases en el mundo: 40 kilos por persona al año. Según explicó la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, solo la mitad de los envases que utilizan en Bizkaia termina en el contenedor amarillo (el resto va a la fracción resto) y eso que Euskadi es una de las comunidades que más recicla. Una vez en la planta, logra aprovecharse casi el 90% del material, por lo que se trata de la más productiva de España.