Tras la DANA que arrasó Valencia llegaron al lugar del desastre toneladas de donaciones, un aluvión de solidaridad con más voluntad que eficiencia. En ocasiones, no se gestionó muy bien aquello. Ahora se mantienen las necesidades de la gente, pero en una atmósfera más reposada ... hay más garantías de éxito, de que lo que se manda cubra de manera efectiva esas necesidades.
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Y es ahora, este lunes, cuando sale de Bilbao a la localidad valenciana de Torrent un camión cargado de bicicletas que van a ser entregadas a los servicios sociales de base para que las repartan entre personas en riesgo de exclusión, es decir, entre quienes la DANA empeoró aún más su mala suerte. En total, son 214 unidades que han sido donadas por particulares e instituciones. La mayoría, 134, han sido recogidas en Bizkaia. Otras 40 vienen de Pamplona, y otras tantas, de Vitoria. Se han almacenado en el edificio Nogaro, en Artxanda, cedido por el Ayuntamiento de Bilbao, y hoy mismo pondrán rumbo a tierras levantinas.
La iniciativa es de la Fundación Ciclista Euskadi y Bizieskola, que hace ya un par de semanas enviaron otras cien unidades desde Gipuzkoa. Su intención es facilitarle la vida a gente que se ha quedado sin medio de transporte, ya que, igual que la catástrofe se llevó cientos de coches, también anegó cientos de bicis.
Parte de las que salen desde Bizkaia serán muy fácilmente identificables. 26 han sido donadas por el Ayuntamiento de Bilbao; algunas eran utilizadas para impartir cursos de circulación y vialidad, y otras formaban parte de la flota de préstamo anterior a la llegada de las eléctricas, así que llevan el logo anterior y sus colores rojo y azul. El Ayuntamiento de Barakaldo también ha donado 44 unidades procedentes del servicio de préstamo que funcionaba en verano y que ahora, con la llegada de Bizkaibizi, resulta redundante. El resto han sido cedidas por particulares en Bizkaia la pasada semana; en concreto, en Bilbao, Barakaldo, Amorebieta y Arrigorriaga.
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Bizieskola, una de las entidades organizadoras, lleva cinco años desarrollando su proyecto de inserción sociolaboral en Arrigorriaga y su plan es abrir en enero un centro en Bilbao, en la plaza Moraza (Uribarri). De lo que se trata es de recoger bicicletas usadas y ponerlas a punto; lo hacen jóvenes inmigrantes procedentes de varios países africanos. En el último lustro han reparado más de 1.400 y su plan es exportar el modelo a la capital de Bizkaia con el fin de «seguir desarrollando sus actividades de capacitación en mecánica». En estos momentos, Bizieskola cuenta con 17 personas voluntarias de varias nacionalidades.
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