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Bizkaia contará con dos nuevas plantas de tratamiento de residuos urbanos, aquellos que se generan en domicilios particulares, comercios, servicios y oficinas, siempre que no tengan la calificación de peligrosos. Una se dedicará a la biometanización para la producción de biogás, mientras que la otra ... permitirá obtener de los desechos etanol y metanol para su uso industrial y generación de hidrógeno. La construcción de estas dos instalaciones figura en el Plan Integral de Prevención y Gestión de Residuos de competencia local de Bizkaia 2030 elaborado, incorporado en la Norma Foral y que se encuentra en fase de aprobación.
De estas dos plantas la que está más avanzada es la que se dedicará a la biometanización. Se ubicará en el ecoparque de Artigas, junto a la actual planta de compostaje, y ocupará una superficie de cerca de 8.300 metros cuadrados de una infraestructura ya existente. Promovida por Garbiker y el Ente Vasco de la Energía (EVE), su objetivo será la producción de biogás. Una vez depurado será inyectado en la red de gas natural que discurre por las proximidades del emplazamiento, según figura en el documento que fue debatido este jueves en la comisión de Medio Ambiente de las Juntas Generales.
La instalación aspira a generar el equivalente al consumo de 6.000 hogares o 3.000 vehículos al año, con el añadido de que sus emisiones de efecto invernadero son un 95% más bajas que las producirían los combustibles fósiles para generar la misma energía. Su construcción y puesta en marcha contará con una inversión cercana a los 18 millones de euros.
Según explica la Diputación, la biometanización es un proceso para la producción de biogás a partir de la materia orgánica del contenedor marrón. Este material, tras un proceso de limpieza, se va a transformar en biometano para su inyección a la red de distribución de gas natural para su consumo posterior. El biometano, junto con el hidrogeno verde -añade la entidad foral-, van a «jugar un rol fundamental en la descarbonización de la economía».
El proyecto de Garbiker y el EVE dará entrada a una entidad privada para que aporte el conocimiento técnico y operativo necesarios para la construcción y explotación de la planta, además de financiación.
La colaboración publico-privada será también clave en la puesta en marcha de la segunda planta de tratamiento de residuos prevista por la Diputación. Aunque de esta iniciativa hay por el momento menos datos públicos. Se sabe que esta iniciativa empleará tecnología de pirólisis o gasificación de los combustibles sólidos procedentes de residuos urbanos para obtener de ellos etanol y metanol (dos tipos de alcoholes) para su uso industrial. También para desarrollar reactivos para la generación de hidrógeno.
La Diputación prevé que sea la iniciativa privada la que ponga en marcha este proyecto, aunque con la colaboración de la Administración foral. El objetivo es enmarcar este proyecto dentro de «la estrategia de país para crear un ecosistema del hidrógeno, con base en Euskadi, que permita avanzar en la descarbonización de los sectores energético, industrial, residencial y de movilidad».
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