Xabier Garmendia
Lunes, 12 de noviembre 2018
El viajero monta en el autobús con su Barik en mano, la aproxima al lector, la máquina emite un pitido y listo. El proceso es muy rápido y cómodo, pero la cola no avanza a esa velocidad cuando alguien -sobre todo, usuarios ocasionales y visitantes- ... no cuenta con ese billete. En ese caso, se debe abonar el viaje en efectivo con su consecuente tardanza. Tanto es así que en ocasiones los chóferes tienen que hacer malabares para entregar las vueltas con una mano mientras conducen el vehículo con la otra y así cumplir con las frecuencias. El Ayuntamiento de Bilbao quiere agilizar aún más ese procedimiento y pondrá en marcha durante el primer semestre de 2019 un programa piloto para permitir el pago a través de tarjetas de crédito.
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Por el momento, la iniciativa se testará en la línea 56, que conecta el Sagrado Corazón con el barrio de La Peña. No parece casualidad esta elección, ya que es la conexión más frecuentada por los turistas. Sus autobuses de dos pisos son muy tentadores para lograr una perspectiva privilegiada de la Gran Vía y El Arenal a un precio mucho más económico que el que ofrecen las empresas turísticas. En cualquier caso, el Ayuntamiento estudia extenderlo al Funicular de Artxanda, que también cuenta con un fuerte volumen de visitantes. En estas unidades se instalarán unos nuevos dispositivos que permiten leer los billetes Barik, los códigos QR de teléfonos móviles y también las tarjetas de crédito que dispongan del sistema 'contactless'.
El Consistorio presentará hoy la medida en una exposición sobre ciudades inteligentes en Barcelona. Hasta allí va a viajar el concejal de Movilidad, Alfonso Gil, quien explica que esta es «una apuesta por hacer el transporte público cada vez más accesible» con la incorporación de las últimas novedades tecnológicas. La principal particularidad de este pionero sistema es que aplica la tarifa más baja posible y no siempre el billete ocasional, como sí ocurre en otras ciudades. De hecho, será la primera del mundo en probarlo gracias a la tecnología de la empresa británica Masabi.
Quien se encargará de integrarlo en Bilbobus es Gertek, una compañía vasca. «Estamos ante una continua simplificación del sistema. Queremos que se pueda pagar con lo que uno lleve siempre en sus bolsillos», apunta Iker Iturbe, su director. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, cree que este podría ser «el sistema sustitutivo de la Barik» porque puede llegar a cumplir su misma función mediante una tarjeta con varias utilidades. Además de las ventajas prácticas, alude también a los beneficios para el medio ambiente, ya que no requiere de la emisión de un recibo.
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