Bilbao renuncia a edificar rascacielos en los terrenos que libere la estación de Abando

El Ayuntamiento cuenta desde hace un año con tres alternativas para construir en la cubierta. La primera planteaba levantar 887 viviendas en bloques que no superaban las ocho alturas. La segunda, 1.062 pisos en nueve edificios, tres de ellos de hasta 20 plantas. La tercera preveía 1.370 en una decena de bloques, de los que la mitad serían rascacielos de 30 alturas, como los que se alzan en Basurto. Con este estudio se «realizó un cálculo aproximado de los aprovechamientos posibles», dijo ayer el concejal de Planeamiento Urbano, Asier Abaunza, que explicó que aún están por concretar el número exacto de pisos y las plusvalías que se extraerán de la operación –entre 106 y 157 millones–. La cifra habrá que acordarla «con la Administración de Infraestructuras Ferroviarias, la propietaria de los terrenos». Eso sí, no habrá rascacielos que arañen el firmamento en la cubierta de la estación. En una tertulia en Radio Bilbao, Abaunza reiteró ayer que «no se levantarán torres como las de Garellano. Se realizará un diseño prudente y estupendo y se plantea un techo de unos 1.000 pisos. Y no por especulación, para que las cuentas cuadren. El Ayuntamiento va a invertir, pero el retorno viene de la venta de estas viviendas, como en Abandoibarra», expuso. El alcalde ya admitió durante la visita del ministro Iñigo de la Serna el pasado jueves que no se «realizarían barbaridades urbanísticas». El PP, su socio en esta operación, defiende la opción más conservadora posible y coincidió en que «no queremos rascacielos como en Garellano en el centro. Las viviendas deben estar a la altura del resto de edificios de la zona, de unas siete plantas», explicó el portavoz, Luis Eguiluz. También sugirió que una sociedad instrumental – con funciones similares a las de Bilbao Ría 2000– gestione toda la operación.

Los pisos que tomen forma sobre la cubierta lo harán a los lados del gran parque central de más de 40.000 metros cuadrados bajo el que se situará la playa de vías soterrada. Se distribuirán en dos hileras, junto a la calle Bailén y junto a Hurtado de Amézaga, con la gran zona verde en medio que se prolongará hasta la actual trinchera de Cantalojas, donde podría construirse un centro de día anejo a la residencia Conde Mirasol. Además, habrá dos viales que unirán las calles La Naja con Padre Lojendio y Bertendona con Lamana. Se mantendrán los inmuebles industriales de la calle Particular del Norte, que se remodelarán para usos públicos.

Aquí podría tener cabida el polideportivo que en el próximo pleno exigirá el PP, que quiere abrir el debate sobre el diseño de la explanada porque cree que se pueden habilitar otros equipamientos como un ambulatorio, una sala de reuniones o incluso una ampliación para el Bellas Artes. La ordenación pormenorizada quedará definida en un Plan Especial que Abaunza espera presentar este mismo año. La intención es planificar las tareas de urbanización de tal modo que «algunas» puedan solaparse con la construcción de la estación y así adelantar plazos en lo posible.