Bilbao redefine su estrategia de eventos para ser «más selectivo» y calcular el impacto social

El Ayuntamiento y la Diputación ya se han puesto manos a la obra para redefinir una estrategia que en los últimos años ha disparado la proyección internacional de Bilbao y Bizkaia hasta cotas insospechadas. Sin embargo, esas operaciones también han generado fuertes reticencias entre los partidos de la oposición, que censuran la «obsesión» por atraer grandes citas y dudan sobre su impacto positivo en el territorio. Incluso el PSE, socio del PNV en ambas instituciones, ha querido marcar distancias con esa apuesta al considerar que sus efectos no son más que «flor de un día».

Ante las insistentes críticas, los responsables municipales y forales siempre se han escudado en los beneficios económicos que dejan estas actividades, especialmente en el consumo y el empleo. Lo que ahora reconocen es que también se deben estudiar exhaustivamente sus efectos en otras facetas más allá del dinero. «Hay que evaluar el impacto medioambiental, urbanístico e incluso social de estos eventos. Son factores muy importantes para ese modelo de ciudad que tenemos», asegura Ochandiano. Esta labor específica quedará encomendada a la Universidad de Deusto, que llevará a cabo gran parte de las mediciones a través de informes.

Por lo pronto, el rediseño de la estrategia ya ha lanzado su primera fase, consistente en diagnosticar la situación actual. A falta de que los técnicos rematen el trabajo, los resultados en este apartado llegarán en las próximas semanas y se prevé que a principios del año que viene, con un contrato de asistencia técnica por medio, se pueda avanzar al siguiente paso: definir las prioridades, que se centrarán en la cultura, el deporte y la empresa. «En cierta medida, va a suponer que seamos más selectivos en la elección de esos eventos. A nuestras puertas llaman muchos promotores, pero hay unos proyectos que encajan mejor que otros».

El edil pone un ejemplo bastante clarificador al respecto: «Es diferente apostar por el Tour de Francia que por otros deportes que tal vez no tengan tanto arraigo aquí como el ciclismo. Esta es una prioridad». Las negociaciones para acoger una salida de la ronda gala empezaron hace más de tres años y el Ayuntamiento espera que lleguen a buen puerto cuanto antes. En todo caso, todavía rechazan dar fechas concretas pese a que el lehendakari, Iñigo Urkullu, lanzó hace un mes que el Gobierno vasco trabaja para que este acontecimiento se produzca en 2023. «Es un trabajo a largo plazo. Hay que sembrar mucho para recoger», dice escuetamente Ochandiano.

El Consistorio, en cualquier caso, alega que el establecimiento de unas determinadas preferencias no se va a traducir en un súbito volantazo que acabe de golpe y porrazo con la celebración de grandes eventos: «En 2018 Bilbao afrontó una exigencia altísima y demostró que estaba a la altura. La ciudad ha acreditado que puede rendir al máximo nivel». La capital vizcaína, de hecho, se enfrentará el próximo mes de junio al examen de la Eurocopa. Para entonces, el Ayuntamiento y la Diputación ya tendrán sobre la mesa el documento que concluya si, por ejemplo, este campeonato futbolístico debía ser una prioridad o no.

El Ayuntamiento de Bilbao trabaja en un proyecto a largo plazo para abrir un nuevo parque de Bomberos que se ajuste mejor a las necesidades del cuerpo de extinción. Así lo desveló ayer la concejala de Gobernanza y Proyectos Estratégicos, Gotzone Sagardui, quien subrayó que se debe decidir el modelo de ese futuro equipamiento antes de buscar una ubicación concreta. En todo caso, adelantó que el plan debe tener en cuenta el inminente desarrollo urbanístico de zonas como Zorrozaurre y Punta Zorroza. Lo más probable es que su apertura significara a su vez el cierre del actual parque situado bajo el puente de Deusto para contar con «mejores condiciones». Hasta entonces, dijo, «se seguirán llevando a cabo medidas de mejora».

Habrá que esperar a Madrid para determinar el volumen exacto de plazas de la OPE que el Ayuntamiento de Bilbao lanzará el año que viene. La falta de unos Presupuestos Generales del Estado provoca que todavía no se pueda establecer el número máximo ni la tasa de reposición para la cita. En todo caso, la edil de Gobernanza y Proyectos Estratégicos, Gotzone Sagardui, aseguró ayer que el Consistorio buscará cubrir todas las vacantes y dará especial prioridad a áreas como Acción Social. La concejala certificó igualmente la intención del equipo de Gobierno de convocar una oferta pública cada año para adecuar la plantilla municipal, compuesta por más de 2.500 trabajadores, a los «nuevos retos y necesidades de la ciudad».