Bilbao promete acelerar la desaparición de las industrias de Zorroza pero evita ahora fijar plazos

El edil de Planeamiento Urbanístico, Asier Abaunza, ha explicado que la fecha de la aprobación definitiva de la normativa del sector dependerá del estudio informativo de soterramiento de las vías de Renfe, por lo que no se ha aventurado a «dar plazos de algo que no depende de nosotros». El alcalde, Juan Mari Aburto, sí había precisado en Radio Bilbao que las empresas deberían estar fuera de la ciudad a finales del próximo mandato, en 2027. Abaunza también ha explicado que se trabajará para que la salida se produzca antes de lo que se estipule en el convenio que se firmará. Y ha sugerido que podrían irse antes de lo fijado si ciertos grupos representados en el Ayuntamiento no realizaran protestas en aquellos municipios en los que ha tratado de implantarse después de que Ana Viñals, de Elkarrekin Bilbao, haya defendido que «lo que no queremos para Bilbao tampoco lo queremos para Ortuella».

El debate se ha producido porque los vecinos de Zorroza y San Ignacio llevan años pidiendo la salida de las empresas, que el Ayuntamiento anunció para 2018, por los «malos olores y picazón de garganta» que producen. El Ayuntamiento firmó un convenio por el que se comprometieron a abandonar la ciudad dos años después de la aprobación definitiva del plan a cambio de una cantidad económica de 2,7 millones, pero la tramitación se retrasó por las discrepancias a la hora de afrontar la financiación del soterramiento de la vías de Renfe.

Elkarrekin Bilbao había registrado una moción en la que pedía poner el acelerador. Ana Viñals ha defendido la necesidad «de sacar de allí lo antes posible a estas empresas, «para mejorar la salud pública y la calidad de vida de esta zona. Ya va siendo hora de que el humo industrial desaparezca de Punta Zorroza. No deberían tolerar que el área de Inspección Ambiental del Gobierno vasco menosprecie las quejas de los vecinos. Es humo con un fuerte olor químico, son gases industriales que pueden ser nocivos. Es un tema complejo, pero es un tema urgente», ha añadido.

Viñals ha considerado un avance el compromiso del equipo de Gobierno pero le preocupa que no se hable en ningún momento de plazos. Desde el PP, Gabriel Rodrigo ha criticado que se haya invertido en estudios y negociado con las empresas de forma previa y causado «frustración» en los vecinos. Ha considerado también que la salida de estas empresas es una deuda con esta parte de la ciudad. «Estas actividades alguien las tiene que hacer, pero ya no tienen sentido ni justificación en esa zona por la que tienen que pasar 8.000 camiones cargados de elementos contaminantes. Ya se tendrían que haber ido hace cinco años». Desde EH Bildu, Bruno Zubizarreta ha explicado que «su salida se cayó y continúan emitiendo malos humos. Todo sigue supeditado al plan especial y los vecinos están cansados. Su camino es legítimo, pero va para largo», ha lanzado al equipo de Gobierno. Y ha pedido otras fórmulas, como la expropiación.

«La chimenea es de Profersa, que hace abonos, compuestos peligrosos no. ¿Molesta? Sí. ¿Huele mal?, Sí. Pero sale vapor de agua, no gas. Y nos están acusando de permitir que gaseen a la población», ha criticado el edil de Planeamiento Urbanístico, Asier Abaunza, que ha añadido que el Gobierno vasco mantiene vigiladas todas las actividades y que las empresas siempre han salido bien paradas en todas las inspecciones. También ha criticado que Elkarrekin Bilbao «nos ponía a bajar de un burro porque no había suelo industrial en Bilbao para que trabajase la gente». Por otro lado, ha explicado que no pueden expropiar las fábricas si no hay una normativa urbanística que lo justifique.

El grupo propietario de ambas firmas ha emitido esta mañana un comunicado en el que· asegura que están sometidas a inspección permanente por parte del Gobierno vasco, y que en 30 años no han tenido ningún expediente sancionador. Ha aclarado que no «se emiten gases, si no vapor». «Ha quedado acreditado que más allá del impacto habitual de cualquier actividad industrial, no generan ningún problema de contaminación del aire ni de impacto a la salud». Por ese motivo, alega, el Gobierno vasco decidió que era innecesario activar las cabinas de calidad del aire en zonas cercanas.

«Años de estos análisis en dichas cabinas acreditan la inexistencia de un problema de calidad del aire y salud ambiental ligadas a la actividad. Somos conscientes de su necesaria salida del ámbito de Punta Zorroza. De hecho, las dos empresas se encuentran en permanente contacto con el Ayuntamiento para trabajar en una solución de salida». También ha destacado que «la actividad medioambiental de gestión de residuos desarrollada por esta empresa ejerce una función social necesaria para evitar el impacto de los residuos en la sociedad. Sin instalaciones como esta, esos residuos se gestionarían de manera insegura afectando al medio ambiente».