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La zona de bajas emisiones (ZBE) ha llegado para quedarse a la capital vizcaína. La prohibición de la entrada a los vehículos más contaminantes a Indautxu y Abando se puso en marcha en junio, aunque no se comenzó a multar hasta mediados de septiembre. Ahora, ... tres meses después, esta restricción ya forma parte de la cotidianidad de la ciudad. Y como toda actividad rutinaria que funciona, pues ha sido incluida en los Presupuestos municipales de 2025.
El Ayuntamiento estima recaudar hasta 2,5 millones de euros por multas a los vehículos que accedan a la ZBE durante el próximo año sin estar autorizados para ello. Las sanciones ascienden hasta los 200 euros por cada uno de los accesos, lo que supone que el Consistorio calcula que cerca de 12.500 coches sin autorización entrarán en esta zona durante 2025. Es decir, un millar cada mes, en números redondos.
Esta previsión, que ha sido elaborada por la concejalía de Hacienda en colaboración con la de Movilidad, se ha realizado teniendo en cuenta las sanciones interpuestas durante el mes de septiembre y cómo varían las entradas del tráfico motorizado al centro de Bilbao durante el resto de periodos. Fuentes municipales advierten de que es una estimación en la que han intentado ser «precavidos y muy prudentes», ya que desconocen cómo evolucionará la ZBE y no quieren presupuestar unos ingresos con los que luego no cuenten.
La cuestión es que el único dato que por el momento se ha hecho público sobre la entrada irregular de vehículos a la ZBE es el correspondiente a la primera semana en la que esta funcionó con multas. Un total de 1.530 personas fueron sancionadas por acceder con coches contaminantes durante estos primeros cinco días (las restricciones funcionan de lunes a viernes laborales entre las siete de la mañana y las ocho de la tarde). El pronóstico del Ayuntamiento es, por lo tanto, que este número se reduzca conforme se vaya conociendo la normativa.
La gran pregunta –y preocupación– es qué ocurrirá a partir del próximo junio, cuando también la entrada se restrinja a los coches con etiqueta B. Según los datos hechos públicos a finales de septiembre, estos vehículos representan al 20,53% del parque móvil que recorre Indautxu y Abando. La presencia de los que no tienen distintivo ambiental y ahora no pueden acceder, en cambio, se estanca en un 3,72%.
La apuesta del Consistorio es que este cambio llegue de forma gradual, de ahí que se hayan establecido diferente moratorias en función de la tipología del vehículos y su uso. El ejemplo más claro lo encontramos en estos vehículos de tipo B. Mientras en los estudios previos a la implantación de la ZBE los coches con este distintivo eran el 34%, ahora (todavía sin estar afectados por las restricciones) son el 20%.
En su conjunto, teniendo en cuenta dentro de este cálculo los ingresos por las infracciones en la ZBE, el Ayuntamiento prevé recaudar durante el año que viene 12 millones euros con motivo de las infracciones que se producen a la normativa de Tráfico. Son cuatro más de los que se presupuestaron para el presente ejercicio. El motivo de este incremento en la estimación, explican desde el Consistorio, se debe tanto a que cada vez hay más vehículos en las calles de la ciudad como a que estos cada vez cometen más irregularidades.
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