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La bicicleta está llamada a pilotar el próximo cambio de Bilbao. Tras la regeneración urbanística y la búsqueda de nuevos motores industriales, la capital camina hacia la revolución de la movilidad, concebida para contener el exceso de velocidad y los malos humos. Con el reto ... de circular a 30 kilómetros por hora como máximo, el Ayuntamiento quiere hacer ciudad de la mano de una simple bici, siempre que los vecinos y la iniciativa privada le sigan la corriente.
La concejalía de Sostenibilidad que lidera Alfonso Gil (PSE) ha decidido renovar todo su parque de bicicletas en alquiler, compuesto hoy por 250 unidades, e incorporar motores eléctricos para facilitar los desplazamientos a los barrios altos. La transición se producirá a mediados de 2018. El Consistorio prescindirá por completo de la locomoción a pedales y la sustituirá por baterías.
La electromovilidad constituye una oportunidad empresarial en la que se ha implicado Iberdrola para concienciar al público de la importancia de las energías sin emisiones contaminantes, según explica el teniente de alcalde Alfonso Gil. El concejal apuesta por desarrollar esta industria en Zorrozaurre, volcada en el sector de las baterías. Tras contactar con firmas de Japón y Alemania, Gil ve un mercado latente en Bilbao en la ampliación de las estaciones de recarga y de la flota.
De aquí a los próximos cuatro años, el servicio municipal de préstamo ofrecerá 450 bicis eléctricas, ‘blindadas’ con «potentes» seguros de responsabilidad civil y equipadas con sistemas antirrobo. Entre otros, empleará bloqueos y geolocalizadores, una técnica que señala la posición con la ayuda del gps o el móvil, para evitar saqueos como los sufridos por la flota pública en Madrid.
Servicio Durante las 24 horas
La concejalía de Movilidad y Sostenibilidad ultima la convocatoria de un concurso público para comprar las bicicletas eléctricas, cuyo coste oscila entre 1.000 y 1.500 euros la unidad. En total, cerca de medio millón de inversión. Pese a su precio, incrementado por los gastos de mantenimiento -las baterías tienen una vida limitada-, los «beneficios en salud y en el medio ambiente» compensan el gasto, a juicio de Gil.
Para reforzar su funcionamiento, la concejalía se plantea ampliar el horario del préstamo, incluso con la posibilidad de que funcione todo el día. 24 horas abiertas al alquiler, pese a la indisimulada inquietud que causa esa opción en las noches del sábado. Frente a eventuales imprudencias, el Ayuntamiento reclama a todos «responsabilidad». Como aperitivo, una exposición en El Arenal reunirá este fin de semana a las principales marcas de bicis eléctricas. El mercado, a la vuelta de la esquina.
Coste 600.000 euros por unidad
El Ayuntamiento mantiene su apuesta por la adquisición de autobuses eléctricos a la flota del Bilbobus, pese a su alto coste -600.000 euros la unidad, casi el doble de lo que vale uno convencional-. En la actualidad funcionan dos vehículos con esta energía ‘limpia’, pero en los próximos meses se incorporarán cuatro más -dos en diciembre y otros tantos durante el año 2018-. Los vehículos que asisten a los inspectores también son eléctricos.
El sector del taxi apuesta progresivamente por la electromovilidad. Hoy funcionan dos con esta energía, pero en noviembre se sumarán seis vehículos más. El EVE ofrece a los profesionales ayudas de dos años de recarga gratuita. En el conjunto de España, las ventas de coches eléctricos han despegado con casi mil matriculaciones en un mes.
La recarga 20 puestos en parkings
El desarrollo de la electromovilidad precisa del respaldo de los usuarios, pero también de una importante cobertura empresarial para garantizar el abastecimiento. En este caso, los puntos de recarga, también llamados electrolineras, impulsadas por Ibil, gestor de carga para vehículos eléctricos creado al 50% por Repsol y el Gobierno vasco a través del EVE. En superficie sólo funciona una en Bilbao, en la parada de taxis de la Basílica de Begoña, aunque la red se ampliará pronto. La previsión es abrir antes de diciembre dos más en la plaza Euskadi y en la calle Elcano, en respuesta a las peticiones de los usuarios. No son las únicas electrolineras que operan en la ciudad. Hay alrededor de veinte instaladas en aparcamientos subterráneos.
La red municipal La OTA y las obras
La concejalía de Movilidad aspira a exportar la energía eléctrica al transporte de otros departamentos municipales. Quiere poner a prueba el uso de bicis, motos y coches eléctricos en la Policía Municipal. Alfonso Gil está especialmente interesado en que los agentes patrullen sobre bicicletas de este tipo. En la actualidad, el servicio de la OTA ya utiliza una flota de veinte automóviles eléctricos para supervisar los aparcamientos en superficie de Bilbao, mientras la concejalía de Obras y Servicios ha incorporado al cuidado de parques y jardines siete vehículos movidos por baterías.
Concesionarios Préstamo gratuito
La movilidad ha llegado al sector privado de la mano de un grupo de concesionarios que presta de forma gratuita furgonetas eléctricas a empresas de reparto, según una campaña municipal que concluye en diciembre. «Está siendo un éxito. Les llama mucho la atención el ahorro de combustible», se felicita Alfonso Gil.
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