Bilbao no se pone de acuerdo en cómo prevenir el riesgo de suicidio

Ana Viñals, de Elkarrekin, fue la que llevó el asunto al debate al pedir una estrategia local para la prevención del suicidio. Criticó que el gobierno local no está muy activo en este tipo de políticas y, como prueba, esgrimió que ni siquiera hay datos sobre esta realidad en la ciudad. En el Servicio Vasco de Estadística, Eustat, sí se apunta que el pasado año se quitaron la vida 61 personas en el conjunto de Bizkaia.

Así que se ha estado debatiendo sobre una realidad de la que se desconoce el alcance que tiene en la ciudad. En cualquier caso, lo que salido adelante fue una enmienda de PNV y PSE en la que se apuesta por «incluir en el II Plan de Salud de Bilbao», que aún no se se ha empezado a elaborar, «objetivos específicos para la prevención del suicidio que recoja de manera expresa y ordenada las actuaciones que a nivel municipal pueden desarrollarse en concordancia con la Línea 3 de Prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida de la Estrategia de Salud Mental de Euskadi».

El concejal de Salud, Álvaro Pérez, defendió que desde su área se trabaja este tema enmarcado en actuaciones que tienen que ver con la salud mental: se fomentan hábitos saludables, se refuerza la colaboración con agentes de la comunidad, se forma a mediadores sociales, hay cursos, charlas informativas, promoción de la salud en centros educativos, talleres para mujeres, iniciativas para el manejo de la ansiedad... «En el Ayuntamiento estamos llevando innumerables acciones en este sentido», defendió.

Sin embargo, la portavoz de Elkarrekin dijo que «no es suficiente, ni lo que vienen haciendo, con un Plan de Salud de 2019 que han prorrogado hasta 2026 y que ni menciona el suicidio, ni lo que ahora proponen». Para Paula Garagalza, del PP, «es urgente» actuar en relación al suicidio y ensalzó la labor que llevan a cabo voluntarios, por ejemplo, en el Teléfono de la Esperanza. Y Angelica Orozco, de EH Bildu, puso el énfasis en evitar la estigmatización en lo que tiene que ver con la salud mental y, en su opinión, la falta de datos en el Ayuntamiento también denota «que no se le está dando la importancia debida al tema».