Bilbao invierte más de 600.000 euros en 14 coches para la Policía Municipal

Es precisamente esto último, el ánimo de involucrar a la Policía en el proceso de «transición energética», lo que explica en buena medida el elevado presupuesto que se maneja, y que viene a suponer más de 44.000 euros por coche. La cuestión es que se quiere que las unidades sean SUV (todoterreno de uso urbano) híbridos gasolina-eléctricos autorecargables y no enchufables (FHEV). Además, se busca una potencia que no sea inferior a los 170 CV, una cilindrada de más de 2.200 centímetros cúbicos y un depósito de combustible superior a los 50 litros. Se trata de que la implicación con los postulados verdes no comprometa la efectividad en las labores policiales. En fin, que tengan suficiente potencia y que no se queden tirados en medio de una persecución porque se les acaba la batería.

Nueve de los vehículos, además, deben incluir «el kit de personas detenidas». Y todos ellos deberán estar convenientemente rotulados. Además, a las empresas interesadas se les pide una garantía de cinco años, tanto para la mecánica como para los rotulados que les identifican como coches policiales.