![Bilbao ingresará 3,4 millones más en 2025 por la subida de los principales impuestos municipales](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/05/09/bilbao-k44G-U22065015012BhF-1200x840@El%20Correo.jpg)
![Bilbao ingresará 3,4 millones más en 2025 por la subida de los principales impuestos municipales](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/05/09/bilbao-k44G-U22065015012BhF-1200x840@El%20Correo.jpg)
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Durante tres años, con motivo de la pandemia, los tributos municipales de Bilbao estuvieron congelados. Ahora, en 2024, han subido un 3%, por lo que la recaudación aumentará en 5,2 millones, hasta alrededor de 191 millones de euros. Y el próximo año habrá otro ... incremento, pero más leve. Eso sí, afectará a los grandes impuestos y tasas. En concreto, según ha revelado la concejala de Hacienda, Marta Ajuria, la previsión es mejorar los ingresos «un 1,7%», esto es, «3,4 millones» más.
El asunto ha sido explicado este jueves en una comisión en la que Ajuria ha dado cuenta de las ordenanzas fiscales aprobadas el lunes por la junta de gobierno. Ya la pasada semana había adelantado cambios en el callejero fiscal de la ciudad (la categorización de calles que determina el importe de varios tributos) y recordado la actualización de los valores catastrales en la que anda trabajando la Diputación de Bizkaia (que también se utiliza como base para varios cálculos fiscales). Ambas cuestiones van impactar en los bolsillos de los bilbaínos, pero de manera desigual. Por ejemplo, buena parte de Abando e Indautxu pasa a ser de primera categoría, con lo que previsiblemente pagarán más, por ejemplo, en la tasa de recogida de basuras y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), mientras que otras, como Campo Volantín, descienden.
El detalle calle por calle, según fuentes municipales, no se conocerá al dedillo hasta el próximo mes. Pero este jueves sí se ha sabido el panorama general. Como norma, van a aumentar los tributos referenciados al valor catastral, de los que el principal es el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), muy importante para las arcas municipales porque este año aportará 60 millones de euros (sobre una recaudación total, recordemos, de 191); también el de plusvalía (7,5 millones) y la tasa de alcantarillado (8,4). Por otra parte, también quedarán afectados los que dependan para su cálculo de la categoría fiscal de las calles (que pasa de siete a cinco categorías), que son la tasa de basuras (24,5 millones generará este ejercicio), el IAE (14 millones), la tasa por utilización privativa del espacio público (20 millones) y la de aperturas .
Según dijo Ajuria, el nuevo mapa fiscal del Ayuntamiento y la actualización de los valores catastrales de la Diputación buscan «reflejar los cambios que se han producido en la ciudad». Hay que recordar que la actual clasificación por calles data de 1987, cuando Bilbao era un sitio totalmente diferente. Y los valores catastrales vigentes son de 2016. En cuanto al aumento de la recaudación, apuntó que se trata de «mantener la calidad de los servicios públicos y un adecuado equilibrio en las cargas fiscales, de forma que Bilbao siga siendo una capital con impuestos y tasas muy moderados».
Para compensar esos incrementos en los grandes tributos, se mantendrán congelados y sin cambios el resto, por ejemplo, el impuesto de vehículos, el de obras y la tasa de la OTA.
Pero, ¿en qué medida van a subir cada uno de los impuestos y las tasas? En cuanto a la revisión del Catastro, «se espera un incremento general de los valores catastrales en torno al 4,5%», pero el efecto de este aumento «no será homogéneo respecto de los diferentes usos y tampoco entre los distritos y los barrios de Bilbao».
El efecto más notable será en el IBI, con un incremento que «recaería básicamente sobre los inmuebles de uso residencial». Para moderar ese efecto se ha optado, «en base a criterios de política fiscal, por ajustar todos los tipos impositivos con aplicación de criterios de progresividad y capacidad económica».
Con esas correcciones, se estima que el próximo año la recaudación por este impuesto va a aumentar un 1,97%, pero la carga recaerá en la ciudadanía de manera desigual y progresiva. Así, «el efecto esperado es que el 53% tendrán cuotas inferiores a 2024, el 39% incrementarán sus cuotas y el 8% no sufrirá alteración». En viviendas el aumento será algo mayor, un 2,15%, «de forma que el recibo medio de las 154.000 viviendas a las que se les aplica el tipo general pasaría de 177 a 180 euros». En el tipo incrementado, señaló Ajuria, se pasaría «de 692 a 696 euros». El efecto económico se estima en 1,16 millones y cabe suponer que si la mayoría de los contribuyentes tendrá cuotas inferiores y aún así aumentará la recaudación es señal de que el sistema gana en progresividad.
En cuanto a la tasa de alcantarillado se van a mantener los tipos vigentes en la actualidad y habrá un ligero aumento, con un recibo medio que pasará de 28 a 29 euros. Y respecto a la Plusvalía, como la actualización del Catastro va a tener un efecto directo e importante, se va a compensar esta situación «reduciendo el tipo impositivo del 20% al 17%».
Luego está lo del callejero fiscal, ese cambio que llega tras casi cuatro décadas y que en términos generales va a suponer un aumento, como ya se avanzaba, del IAE, la tasa de basuras, la de aperturas y de las tasas por ocupación de la vía pública. En el primer caso, el del IAE, el cambio de siete a cinco categorías de calles supondrá un incremento total de las cuotas en 2025 «que se ha estimado en un 5%». En el Ayuntamiento recuerdan que este impuesto no ha tenido ninguna actualización desde 2020 y que el efecto económico esperado se estima «en 500.000 euros». Previsiblemente, los negocios más afectados son los que aumentan de categoría, especialmente en el centro de la ciudad.
En cuanto a tasa de basura, el propio Ayuntamiento asume que el nuevo callejero supondría un gran aumento de las cuotas, «que se elevaría a un 21%». Con el fin de «atenuar el impacto económico» el gobierno municipal «ha planteado una limitación del 10% para la subida de las cuotas de 2025». Así, el recibo medio «pasaría de 132 euros este año a 135» para 2025; de no haberse aplicado esta limitación hubiese subido «a 159», apuntó la concejala. El efecto económico se estima en 640.000 euros.
Respecto a las tasas por ocupación del espacio público (con terrazas, vados, andamios, etcétera), el impacto más notable sería para la hostelería, con un incremento medio nada menos que «del 22%», de manera que «el Ayuntamiento plantea la aplicación de unas reducciones para moderarlo». En concreto, «se reducirá la cuota un 5%, un 10% ó un 15% en función de que la calle haya ascendido una, dos o tres categorías». En este caso, el efecto económico se estima en un incremento de recaudación de 750.000 euros.
Ahora, tras explicar estos planes a todos los grupos de la oposición en la comisión de hoy, se inicia el trámite para la presentación de enmiendas al proyecto de ordenanzas fiscales impulsada por el gobierno municipal, que deberán ser aprobadas finalmente en pleno.
El debate fiscal es uno de los más ideológicos y se ha vuelto a ver hoy. Para la portavoz de EH Bildu, María del Río, los planes fiscales del Ayuntamiento tienen un problema de progresividad porque algunas grandes empresas, como «el IMQ, están en zonas de cuarta categoría», la segunda más barata, lo que a su juicio es cuestionable. También lamentó que no pague más de tasa de basura quien más genera, algo que desde el gobierno municipal achacaron a que está pendiente un proceso para hacer eso posible. Para la portavoz popular, Esther Martínez, lo que se ve es «voracidad recaudatoria», un «catastrazo», y desearía que se compensase la subida de los valores catastrales con una reducción mayor de los tipos aplicables. También reprochó la popular que en las categorías de calles, al pasar de siete a cinco, se tomen en cuenta los tipos de las cinco primeras, lo que supone que barrios en categoría seis y siete, pasan automáticamente a la cinco, con lo que eso supone de incremento. En este sentido, la portavoz de EH Bildu, María del Río, lamentó que a vecinos del Peñascal y Larraskitu, por ejemplo, la tasa de basuras les suba «en once euros». Para Xabier Jiménez, de Elkarrekin, pasar de siete a cinco categorías resta progresividad al sistema y se penaliza a quienes ahora estaban en la sexta y la séptima.
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