50 millones para Bilbobus, 13 para la OTA, 3,4 para el Bellas Artes... los proyectos a los que destinará Bilbao su presupuesto en 2025

Las Cuentas, presentadas ayer por el propio alcalde y la concejala de Hacienda, Marta Ajuria, han moderado el crecimiento que ha marcado todos los Presupuestos de la era pospandemia. La cuestión es que la cantidad de dinero con el que cuentan las arcas públicas ha pasado de los 585 millones de 2021 hasta los 701 del presente ejercicio. Un aumento del 20% en cuatro años al que el próximo se le pondrá fin, pues el montante disponible para 2025 incrementa solo un 2,6%. Hasta los 719 millones.

Es, con todo, el mayor Presupuesto de la historia de la ciudad, aunque el incremento podría haber sido mayor. Aburto señaló que este apretón del cinturón se ha dado principalmente por dos factores. Primero está la disminución de los recursos procedentes de los Fondos Next Generation. El año que viene el Consistorio dejará de ingresar hasta once millones por esta ayuda de la UE que se activó para reactivar la economía tras la crisis derivada de la pandemia.

A estos once millones se le suma «el escenario de no cumplimiento de las expectativas de recaudación por parte de la Diputación», como señaló Aburto, Se refería a que la cuantía recibida de Udalkutxa se ha reducido en siete millones en comparación con el actual ejercicio debido a la necesidad de ejecutar las devoluciones a los mutualistas que pagaron de más de la Declaración de la Renta correspondiente a los años 60 y 70. Aún así, los 408 millones que aporta este fondo siguen siendo la principal fuente de financiación del Consistorio, mientras que las tasas e impuestos municipales suponen 231 millones. Entre las vías de financiación del próximo año, se contempla la venta de un solar en Zorruzaurre –ahora de titularidad municipal– para la construcción de vivienda libre.

El margen de actuación municipal, por lo tanto, no es muy extenso. La mayor parte del dinero se va en levantar la persiana cada mañana. Cumplir con los servicios públicos básicos se lleva casi la mitad del Presupuesto, 336 millones de euros (en agua, saneamiento, luz, ...), una cifra que aumenta en cuatro millones en comparación con este año. Además, en gasto de plantilla el Ayuntamiento se deja 193 millones, de los que 71 se van a sufragar los sueldos de la Policía municipal.

Así que tras sumar los gastos fijos e ineludibles para el correcto funcionamiento de la administración local y la prestación de servicios públicos, para las inversiones quedan 122 millones de euros. Es una cantidad que solo supera en 400.000 a la del presente ejercicio.

Aburto señaló que la apuesta municipal por mantener la «deuda cero» permitirá abordar en un futuro «nuevos proyectos estratégicos». De hecho, las partidas del próximo año apuntan a una continuación de las actuaciones comenzadas durante este ejercicio. Así, se abonarán 3,4 millones para la finalización de la obra del Museo de Bellas Artes y otros 2 para el Museo Vasco. El Consistorio también gastará 50 millones en un servicio de Bilbobus que tiene que volver a licitar y se dejará 1,7 millones en la consolidación de la zona de bajas emisiones.

El proyecto de Presupuestos también contempla 14 millones de partida para la urbanización de calles como Lehendakari Aguirre o Rodríguez Arias. Del mismo modo, destinará un millón de euros para evitar inundaciones en Zorrozaurre. La partida guardada para la final de la Europa League asciende a los 675.000 euros, aunque se espera el montante total del evento sea mayor debido a las medidas de seguridad necesarias durante el partido.

Los tres partidos de la oposición mostraron ayer su decepción con el proyecto presupuestario presentado ayer por el Ayuntamiento de Bilbao. La portavoz de EH Bildu, María del Río, consideró que las Cuentas carecen «de ambición y hoja de ruta» y advirtió de la «preocupante bajada en inversiones reales que contempla». Del Río, que también arremetió contra «la falta de diálogo» del equipo de Gobierno considera que «afirmar que el objetivo es el mantenimiento de los servicios públicos, ni siquiera su mejora, denota la falta de objetivos».

Para la portavoz del PP, «el Ayuntamiento no busca mejorar los servicios públicos o hacer de Bilbao una ciudad atractiva y con mayor actividad económica, solo piensa en recaudar a través de sanciones y venta de patrimonio». Esther Martínez se refiere, de esta manera, a que el proyecto de Presupuestos contempla aumentar la recaudación de las multas por la nueva OTA y por la zona de bajas emisiones.

Para el concejal de Elkarrekin Bilbao, Xabier Jiménez, este es un proyecto «reduccionista» que responde a una política fiscal «al servicio de quien más tiene». «De ahí que los ingresos por tributos no cubran las necesidades presupuestarias y se recurra a la venta de patrimonio y el aumento de las multas», dice.