«Para aprender euskera no hay nada mejor que hablarlo»

Tejerina estudia el curso B2 y ya se desenvuelve bastante bien, aunque reconocía que «abruma un poco ponerte cara a cara con personas que hablan a otros niveles, y algunos que te dan mil vueltas«. Ruth de la Fuente, sin embargo, le restaba importancia al nivel y valoraba sobre todo el esfuerzo. Está haciendo un curso de perfeccionamiento gracias al programa Irale del Gobierno vasco, y se expresa con bastante soltura, pero también se mostraba encantada con la posibilidad de hablar «sin presiones» con otras personas.

Ainhoa Palacios también subraya los beneficios del 'mintzamena' (facultad del habla). Ella lleva años aprendiendo en la escuela para adultos de Iturribide y cree que esta será la definitiva. «Empecé a los 16 años, pero lo dejé a medias, y ahora de mayor quiero rematar la faena», aseguraba mientras abordaba el primero de los tres 'gaiak' (temas), sobre los que las organizadoras planificaron la conversación.

Tras su finalización, todos los participantes deben cambiar de mesas para encontrarse con caras nuevas. Y Nagore se encontraba en su salsa al abordar el tema de las compras virtuales. «Los nuevos usos nos llevan a multiplicar su utilización, pero no deja de haber cierto grado de manipulación», resumía tajante ante Josune, que reconocía utilizar ya este sistema para casi todo. «Estuve un tiempo en Dinamarca y allí sí que era una pasada, hasta los cafés se pagan con tarjeta», añadía.

Miguel Martínez, por su parte, disfrutaba debatiendo sobre la tercera y última cuestión planteada, la conveniencia de seguir estudiando tras la enseñanza obligatoria. «Yo me decanté por trabajar y no me ha ido mal, entre otras cosas porque mi teoría es que nunca dejas de aprender». De hecho, el disfruta de un año de excedencia en el que se ha matriculado en euskaltegi Ulibarri. Estudia uno de los últimos cursos, el C1, y reconoce tener muchas oportunidades de practicar fuera del aula, «pero se agradece poder hablar euskera sin prejuicios, porque en cuanto sales a la calle, en Bilbao todo lo que se oye es castellano».

Así lo considera también Eneko Basterretxea, alumno de 14 años de la ikastola Urretxindorra y que tiene claro que hay que seguir formándose. «Optaré por alguna ingeniería probablemente». Y tiene tan claro que el idioma es importante que no solo se esmera por perfeccionar su euskera, sino que estudia hasta chino. «Allí cada vez hay más actividad empresarial y me parece que me será muy útil en mi vida profesional», auguraba.

Elena Lobit, una de las responsables de la organización, se mostraba encantada con el resultado. «Es la primera vez que vuelve a organizarse el 'berbagunea' tras la pandemia, y la gente, además de animada, se muestra muy agradecida por poder volver a hacer estas cosas», aseguraba. Y también apostaba por esta fórmula el presentador de la cita y cara conocida de ETB, Jon Gómez Garai. «Juntamos a personas de distintos perfiles y el contraste que se genera es muy bonito», subrayaba. Aunque, para él, el efecto que más le ha sorprendido es el que se genera entre los más jovenes. «Ellos tienen el euskera aprendido desde la haurreskola y no lo valoran, no les parece necesario, pero aquí se encuentran con adultos con unas ganas tremendas y que están haciendo grandes esfuerzos para hablarlo y se quedan impactados, empiezan a ver la importancia de que se use en todas las situaciones de la vida, también fuera de la escuela; los berbagunes son una bocanada de oxígeno al euskera en la calle», concluía.