La movilidad de la capital vizcaína vive dos realidades paralelas. Por un lado están las campañas a favor del transporte público, la peatonalización de calles y la zona de bajas emisiones. Políticas destinadas a favorecer al peatón y reducir la contaminación, al menos en el ... centro de la ciudad. En el otro, en cambio, nos encontramos un parque móvil de 185.000 vehículos registrados en la Dirección General de Tráfico (DGT). Es más de lo que ha tenido nunca la capital vizcaína y en algún lado tienen que aparcar. Y con una superficie que cada vez cuenta con menos zonas OTA, pues se van a los parkings subterráneos.
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El Ayuntamiento dispone de 53 de estos aparcamientos bajo tierra, que suman cerca de 17.000 plazas para los residentes empadronados en la zona. Algunos están casi vacíos, como los de La Peña o Altamira, barrios periféricos en los que todavía se puede estacionar al aire libre sin mayores complicaciones. Otros, en cambio, acumulan importantes listas de espera, especialmente los de las zonas más céntricas. El más demandado es el de Santiago Apóstol -ubicado en la Plaza Bizkaia-, donde 148 personas aguardan para conseguir una de las 1.302 plazas.
En total, 2.191 vecinos están a la espera de que les llamen y conseguir una plaza en un parking municipal. Son un 27% más que el año pasado durante estas misma fechas, cuando eran 1.715 los bilbaínos en busca de un hueco en un aparcamiento público.
2.191 vecinos
están en lista de espera para conseguir plaza de uno de los 53 parkings municipales, un 27% más que el año pasado durante la mismas fechas.
201 puntos de carga
para coches eléctricos que el Ayuntamiento espera instalar durante el próximo año entre cinco garajes municipales (Torres Quevedo, Campuzano, Teófilo Guiard, Santiago Apóstol y Zabalburu).
Este subidón se da por varios motivos. Ignacio Alday, director de Movilidad en el Ayuntamiento, explica que «un número importante» de quienes están inscritos en este registro ya cuentan con una plaza y busca otra «con mejores condiciones». Es decir, subir a una primera planta o trasladarse a un aparcamiento más cercano a su domicilio. También están los que, como no les gusta el espacio que se les asigna cuando llega su turno en la lista de espera, dejan que corra y esperan a que les 'toque' una mejor.
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Este tipo de solicitudes son las que históricamente han 'engordado' las listas de espera. Aunque quienes buscan una parcela mejor también han aumentado en los últimos meses, desde el área dirigida por la socialista Nora Abete detectan otros dos fenómenos que han provocado que la demanda se dispare.
El primero de ellos está en la electrificación de los parkings para residentes. El Ayuntamiento se ha marcado el objetivo de dotar de corriente a, al menos, el 10% de las parcelas para 2030. Por el momento, están ultimando la instalación de 201 puntos de carga distribuidos en cinco aparcamientos (Torres Quevedo, Campuzano, Teófilo Guiard, Santiago Apóstol y Campuzano). La inminente puesta en marcha de este servicio -desde el Consistorio apuntan a que será «a lo largo de este año»-, sumada a la renovación del parque móvil que se está dando en la ciudad, ha llevado a que cada vez más bilbaínos se apunten a las listas de espera para conseguir un hueco en estos garajes.
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La ordenanza de 'aparcamiento y estacionamiento' aprobada hace dos años es el otro factor que está detrás de este aumento del interés de los bilbaínos por una plaza municipal. Hasta entonces, solo era posible conseguir un hueco en el que aparcar si se compraba la concesión al anterior propietario. Por ejemplo, si uno quería una parcela en el parking Santiago Apóstol (en la Plaza Bizkaia), debía pagar 11.800 euros por el derecho a poder hacer uso de ella durante 25 años. La cantidad variaba en función de ubicación del aparcamiento y el plazo por el que se disfrutaba, pero tendían a ser altas sumas de dinero por largos periodos. A raíz de la nueva normativa, en cambio, existe la posibilidad de abonar un canon mensual por aparcar el coche.
La ordenanza de aparcamientos y estacionamientos aprobada hace dos años permite al Ayuntamiento recuperar las concesiones con dificultad para asignar y ponerlas en el mercado en un régimen de alquiler con un pago mensual que ronda los 60 euros en el centro de Bilbao.
La intención municipal es que un 10% de las parcelas para residentes tengan puntos de carga. Priorizarán las zonas con más demanda y los garajes en la zona de bajas emisiones.
Vayamos por partes. Las concesiones de las parcelas son propiedad de usuarios particulares por un tiempo determinado. Sin embargo, a raíz de la ordenanza aprobada hace dos años, si están en desuso el Ayuntamiento puede adquirirlas al precio que corresponde y después ponerlas en una especie de alquiler. Es lo que llaman 'concesión anual pagada mensualmente', donde quien consigue el derecho a utilizarlas abona una cantidad cada 30 días -entre 50 y 60 euros en el centro de Bilbao- y puede explotar la licencia por el tiempo que considere. El coste es mucho más bajo que el precio en el mercado libre, lo que supone que cada vez más bilbaínos se apunten a una lista de espera.
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Ahora bien, Alday matiza que, por el momento, este tipo de parcelas en 'alquiler' para residentes son «pocas» comparadas con el volumen total. También explica que en los próximos años van a comenzar a caducar las concesiones de la mayoría de aparcamientos para residentes de la ciudad, por lo que el Ayuntamiento se hará con su propiedad. «Vamos a recibir parkings enteros. Estamos estudiando cómo legislar para regular esta situación».
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