Festival del orgullo gay en Bilbao: «Ya está bien de pedir respeto, ¡a celebrar!»

«Son unos días importantes para visibilizarnos y que se entender de que las lesbianas y bisexuales existimos», exclamaba Arrate Delgado, que acudió al pregón junto a sus amigas. «Al menos que sirva para molestar a quienes no les gusta que existamos», le respondía su amiga Laura Alcocer.

Atrás quedaron los tiempos en los que esta fiesta se organizaba en un escenario de barrio en el muelle de Marzana. «Entonces nos parecía una locura ocupar un espacio central bilbaíno como el Arenal», se enorgullecen desde Ortzadar LGTB, los promotores del evento que este año celebra su novena edición y espera más de 75 actividades.

Esta festividad aspira a superar los más de 50.000 asistentes del año pasado. Y el impacto económico del millón y medio de euros que supone para Bizkaia. «Ya somos un festival del orgullo referente en el resto de España y a nivel internacional», afirman los organizadores.

«Para nosotros es importante tener espacios en los que poder expresarnos libremente, ya que en Bilbao escasean», aseguraba Pablo Madariaga, que acudió al pregón junto a su novio. «Ojalá no fuera necesario reivindicar y solo pudiéramos centrarnos solo en celebrar», remataba.

De hecho, uno de los objetivos del festival es «cambiar culturalmente a la sociedad bilbaína». Para ello, priorizan trabajar con colaboradores y proveedores que tengan planes LGTBI en sus empresas. «Somos la campaña a favor de los derechos de nuestro colectivo más potenten que se hace en Bizkaia», presumen en Ortzadar LGTB.

Como novedad, esta edición estrena la iniciativa 'Harro ladies', que contempla un circuito de actividades dirigidas únicamente para mujeres. «Es importante que tengan espacios propios para que se puedan conocer y expresar en libertad», cuentan los promotores.

Con espectáculos de drag queens, conciertos y hasta desfiles por la ría, alguno de los asistentes al pregón ponía en duda «que el cuerpo aguante». Para coger fuerzas, los pregoneros -dos miembros de Ortzadar LGTB- espetaron a los asistentes: «Ya está bien de pedir respeto, ¡vamos a celebrar!».