El belén de la discordia del mercado de La Ribera

Tras un año sin nacimiento, se ha vuelto a montar el belén, pero por circunstancias diferentes. Se ha retomado la tradición, aunque Bilbao Zerbitzuak, que ha recibido el apoyo económico de algunos gastrobares, lo ha colocado «en el sitio de menor tránsito de toda la plaza de abastos», concretamente en una esquina de la primera planta, «y sin ningún cartel anunciando su ubicación», censuran voces críticas con esta medida. Las mismas fuentes lamentan que, «desgraciadamente», está pasando sin plena ni gloria al optar por un lugar muy poco vistoso. Creen que no se merecía el espacio elegido y sí, por el contrario, otro mejor. «Está tan al final que apenas se ve. Parece un belén abandonado», insisten.

Algunos ciudadanos se temen «lo peor» de cara al próximo año, por lo que no descartan que Bilbao Zerbitzuak «venga diciendo que no ha tenido visitantes en esta ocasión y no interese ponerlo más veces», advierten. El montaje que se instalaba otros años y merecía el calificativo de más grande llegaba a ocupar 27 metros cuadrados, tenía una espectacular caída de agua natural de gran caudal y siete figuras en movimiento. La escena, obra de la Asociación Belenista de Bizkaia, recreaba la Adoración a los Reyes, en la que presentan sus ofrendas al niño Jesús.

La pieza se convertía por estas fechas en parada obligada para muchos niños, que no ocultaban su entusiasmo. No es, desde luego, el año de los belenes en Bilbao, después de la polémica desatada por el Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia (CAAB), que llevó al Ayuntamiento a ordenar la retirada de un cordero y dos conejos vivos de un belén que instalaba un conocido restaurante de Artxanda desde 1988. Técnicos municipales de Salud atendieron a mediados de mes la denuncia del CAAB al entender que la presencia de los tres ejemplares vulneraba la ley de protección animal.