El batzoki de Erandio Goikoa lleva 42 años sin licencia de actividad

El batzoki de Erandio Goikoa celebró a finales de 2018 su cuarenta aniversario. Coincidiendo con esa efeméride, el Consistorio recibió varias denuncias sobre la situación irregular en la que se encontraba el negocio desde el mismo día de su apertura. Desde la administración local se requirió entonces a los propietarios los documentos pertinentes para tratar de zanjar las sospechas. La respuesta que recibieron, sin embargo, las confirmaban: «No hemos localizado la licencia de actividad pedida», reconocieron.

Tras destaparse esta situación, el PNV de Erandio Goikoa ha tratado de conseguir en varias ocasiones la licencia y para ello ha obtenido varias prórroga de ampliación de plazo por parte de las autoridades locales. Al parecer, los jeltzales no logran aportar los informes técnicos necesarios que respalden su actividad como batzoki y cervecera o, al menos, los funcionarios encargados de dar el visto bueno a la petición no los consideran suficientes.

En febrero del año pasado informaron que habían «contratado los servicios de un arquitecto para preparar la documentación solicitada» y encauzar la concesión de la licencia. Hace cuatro meses, en junio, semanas antes de que varios positivos detectados en el batzoki obligasen a cerrar el negocio varias semanas y a realizar un cribado entre su clientela, recibieron la respuesta de los técnicos municipales al último expediente presentado. «Se propone no conceder la licencia provisional», señalaba el informe, que esgrimía tres motivos: falta de protección contra incendios, desconocimiento sobre la distribución del espacio al que conduce la escalera del edificio del bar y que la documentación gráfica carece de secciones y alzados. «Si la actividad no se pudiese regularizar por no cumplirse la normativa de aplicación se deberá acordar su clausura definitiva», advertía en otro documento. La respuesta de los mandatarios locales fue conceder una nueva ampliación del plazo para lograr la regularización.

Los responsables del batzoki argumentan que en 1993, por ejemplo, pidieron autorización al Consistorio para la instalación de un depósito de gas y le concedió la pertinente «licencia de obra».

Según ha podido saber este periódico, al igual que este establecimiento, en la localidad había hasta medio centenar de negocios en una situación similar. Desde el Ayuntamiento explican que sus propietarios no tramitaron en su día la «correspondiente licencia o no culminaron la tramitación legal». Por ello, el Consistorio trabaja desde 2015 regularizarlos. En total, hasta el año pasado 22 actividades habían legalizado su situación. Ahora, otras 33 se encuentran en trámites para conseguir la licencia.