«Basta de racismo y discriminación», piden los gitanos de Bilbao en el Día internacional del Pueblo Romaní

Antes de la fiesta, los representantes de la asociaciones han leído un comunicado en el que han puesto de manifiesto que «nuestro corazón duele y llora porque sigue siendo necesario que existan días donde se nos permita elevar alto nuestra voz para decir al mundo que nuestra garganta está seca de tanto gritar basta. Porque el antigitanismo, ese racismo específico y estructural hacia el pueblo gitano, va aprendiendo a ocultarse disfrazado de tolerancia, diversidad o inclusión».

Las asociaciones han denunciado la «hipocresía» que reina en una sociedad que hace gala de ser diversa, tolerante y antirracista. Han recordado, por ejemplo, que según un estudio del Gobierno vasco el 45% de los ciudadanos dice no estar en disposición de alquilar una vivienda a una persona gitana, o que el 35% no muestra disposición a que sus hijos e hijas acudan a centros educativos donde haya niños gitanos. O que el 25% del empresariado vasco directamente manifiesta no estar en disposición de contratar a personas gitanas en igualdad de condiciones.

A la fiesta, en la que han sonado canciones tradicionales como Txoria Txori versionadas en flamenco, han asistido también miembros de la Corporación municipal encabezados por el alcalde. Juan Mari Aburto ha destacado la labor de Kale Dor Kayiko en el ámbito educativo. Victoria Giménez y Soraya Motos, del colectivo Sim Romi -dedicada a «empoderar» a mujeres gitanas en Bilbao y en la Margen Izquierda- han explicado que la mujer gitana sufre una doble discriminación. «Tenemos una doble mochila. Somos mujeres, gitanas, pobres y sin estudios. La educación es la llave de nuestro futuro. Pero ahora están estudiando más gitanas que gitanos. Ya tenemos parlamentarias y abogadas. Es una maravilla. Estamos dando pasos de gigante y rompiendo estereotipos».

Los gitanos salieron del Punjab, la región del noroeste indio de la que sus ancestros emigraron de forma masiva por las guerras, hace más de mil años, según los últimos estudios genéticos, y sus hijos llegaron a la Euskadi cristiana hace más de seis siglos. Ese vasto territorio del que proceden está ahora dividido entre Pakistán e India. El punjabí sigue conservando muchísimas similitudes con el romaní (o romanés, que mezclado con el español es caló y con el euskera, erromintxela) que los gitanos han conservado. Ambas son lenguas indoeuropeas milenarias de la misma familia.